SIMON BOLIVAR:
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios, mejor conocido como Simón Bolívar, (Caracas, 24 de julio de 1783 — Santa Marta, Colombia, 17 de diciembre de 1830) fue un militar y político venezolano, una de las figuras más destacadas de la Emancipación
Americana frente al Imperio español. Contribuyó de manera decisiva a la independencia de las actuales Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
Le fue concedido el título honorífico de Libertador por el Cabildo de Mérida en Venezuela que, tras serle ratificado en Caracas, quedó asociado a su nombre. Los problemas para llevar adelante sus planes fueron tan frecuentes que llegó a afirmar de sí mismo que era "el hombre de las dificultades" en una carta dirigida al general Francisco de Paula Santander en 1825.
Participó en la fundación de la Gran Colombia, nación que intentó consolidar como una gran confederación política y militar en América, de la cual fue Presidente. Bolívar es considerado por sus acciones e ideas el "Hombre de América" y una destacada figura de la Historia Universal, ya que dejó un legado político en diversos países latinoamericanos, algunos de los cuales le han convertido en objeto de veneración nacionalista. Ha recibido honores en varias partes del mundo a través de estatuas o monumentos, parques, plazas, etc.
Vida militar:
A lo largo de 1808, las presiones de Napoleón desencadenaron una serie de acontecimientos que empeoraron aún más la ya comprometida situación española, el rey Carlos IV de España abdicó el trono a favor de su hijo Fernando el 19 de marzo de 1808 después de los sucesos del Motín de Aranjuez, y más tarde, el 5 de mayo de 1808 se terminó de consumar el desastre para España cuando Carlos IV y su hijo fueron obligados a ceder el trono a Napoleón en Bayona para designar a su hermano, José, como nuevo Rey de España. Esto provocó una gran reacción popular en España que desencadenó lo que hoy se conoce como la Guerra de la Independencia Española y tanto en América como en España, se formaron juntas regionales que fomentaron la lucha contra los invasores franceses para restablecer en el trono al monarca legítimo.
Sin embargo, en las juntas americanas sólo se hablaba con entusiasmo de la Junta popular de Cádiz y muchas de ellas eran vistas con recelo por las autoridades españolas, que las suponían sospechosas de ser favorables a los franceses y que no se habían olvidado de acciones como la de Antonio Nariño en Bogotá, que había publicado una obra sobre Los Derechos del hombre, el movimiento de Juan Picornell, la Conspiración de Manuel Gual y José María España, o de las fracasadas expediciones militares de Francisco de Miranda en Venezuela.
Pero también consideraban que estas juntas tenían derecho de imitar a sus análogas de la Península ya que los dominios españoles eran considerados una parte esencial e integrante de España cuyos territorios no eran considerados como simples colonias propiamente.
Con el tiempo se fueron formando dos bandos bien diferenciados como resultado de los debates políticos y la inestabilidad internacional: el de los realistas, que querían continuar bajo la dependencia directa del monarca español, liderado por Juan de Casas; y el de los patriotas, partidarios de constituir una Junta de gobierno con una autonomía plena similar a la de las Juntas provinciales en España, pero sin mantener más lazos con la metrópoli diferentes a un reconocimiento formal de Fernando VII como soberano, queriendo imitar así el ejemplo del Brasil regido desde Braganza, con autonomía de Portugal.
Así a mediados del año 1807, cuando Bolívar volvió a Caracas se encontró con una ciudad inmersa en un ambiente de gran agitación social y política que era gobernada por personajes interinos bajo la supervisión de un regio Regente visitador visto con malos ojos por la colectividad caraqueña, llamado Joaquín de Mosquera y Figueroa.
Éste era un ambiente poco propicio para enfrentar situaciones de crisis y fue una circunstancia que ayudó a precipitar los acontecimientos a favor de la Independencia.
Bolívar había vuelto a Caracas absolutamente convencido de la imperiosa necesidad de independencia para América y trató de convencer a sus parientes y amigos de que ésta era la mejor opción pero, salvo la excepción de su hermano Juan Vicente, no pudo hacerlo fácilmente debido a que las noticias de Europa llegaban muy tarde y con pocos detalles, por lo que el público se enteraba de las acontecimientos sólo de una forma general e inexacta y esto limitaba su capacidad para evaluar la situación.
Pero las cosas cambiaron repentinamente en pocos días, tras una serie de acontecimientos que causaron una conmoción general en Caracas. A principios de julio de 1808, el Gobernador encargado de Caracas, Juan de Casas, recibió dos ejemplares del diario londinense The Times que el Gobernador de Trinidad remitió antes al de Cumaná y que relataban la noticia de la abdicación del trono de España en favor de Napoleón.
Las autoridades trataron de mantener la noticia en secreto para evitar la alarma social pero la llegada del bergantín francés Le Serpent al puerto de La Guaira el 15 de julio de 1808 con varios comisionados enviados por Napoleón para confirmar la noticia hicieron fracasar el plan.
Un oficial francés se presentó ante el Gobernador Casas con documentación oficial confirmando las malas noticias de The Times, y mientras en la Gobernación deliberaban sobre la situación, la población empezó a alarmarse por la aparatosa llegada de los franceses, divulgando profusamente la noticia de la desaparición de la monarquía tradicional en periódicos y otras publicaciones.
La reacción popular fue de malestar e indignación y la situación empeoró cuando un capitán de fragata inglés llamado Beaver desembarcó poco después del Alcasta en La Guaira, tras perseguir al Le Serpent sin poder apresarlo, para informar al Gobernador Casas y a la población que la lucha en España para rechazar a los franceses continuaba y que Napoleón no tenía la situación dominada.
Entonces surgió un proceso político extraño entre el Gobernador, La Audiencia y el Cabildo que terminó de socavar el orden colonial vigente y esto hizo que la conmoción en la sociedad caraqueña se orientó en dos direcciones, una representada por Bolívar que quería proclamar la Independencia; y otra representada por otros criollos que querían mantener la fidelidad a Fernando VII.
Así, el 11 de enero de 1809 llegaron a Caracas unos despachos oficiales que anunciaban la creación de la Junta Central de España e Indias que terminó instalándose en Sevilla en abril de 1809 y poco después, el 14 de enero de 1809 llegó a Venezuela el Mariscal de campo Vicente Emparan en calidad de Capitán general de Venezuela y Gobernador de Caracas.
Su llegada dio una nueva perspectiva a la situación política ya que empezaron a circular rumores que lo relacionaban como partidario de los franceses, por lo que fue acusado de querer confundir a la población.
En el panorama de incertidumbre reinante, el 19 de abril de 1810, los miembros del Cabildo de Caracas decidieron constituir una Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII en un acto que termina con la firma del Acta de Independencia y constitución de la Primera República el 5 de julio de 1811. Con la revuelta del 19 de abril de 1810 se obligó al entonces Capitán general de Venezuela, Vicente Emparan, a ceder sus poderes a esta Junta y trajo como resultado la expulsión de los funcionarios españoles de sus puestos para embarcarlos rumbo a España.
Poco después, tras enterarse de los hechos, la Regencia dispuso el bloqueo de las costas de Venezuela pero ya era tarde, desde entonces el proceso independentista sería imparable, y el ejemplo de Caracas fue seguido por el resto de las juntas americanas.
Misión a Londres:
El nuevo sistema de gobierno empezó a crear nuevas perspectivas en todos los sentidos. Las noticias de lo sucedido en Caracas llegaron hasta el Almirante Alexander Cochrane, comandante de las Fuerzas Navales Británicas del Caribe, que procedió a despachar noticias de lo sucedido a Londres y poner a disposición de la Junta de Caracas la corbeta Wellington para que llevara hasta Londres una delegación si así lo querían.
Así, Bolívar fue enviado a Inglaterra con el grado de Coronel junto con Andrés Bello y Luis López Méndez en una misión diplomática con instrucciones de solicitar apoyo británico a la Junta en nombre del rey Fernando VII de España aprovechando la circunstancia de que España y Gran Bretaña eran ahora naciones aliadas que habían dejado de lado sus históricas diferencias ante el peligro común que representaba Napoleón.
La misión diplomática llegó a Londres en un momento político delicado ya que entonces Gran Bretaña estaba dando una costosa ayuda militar a España y la negativa venezolana de aceptar la autoridad del Consejo de Regencia español resultaba inconveniente en esos momentos.
Sin embargo, Lord Wellesley, con inglesa perfidia, consideró conveniente recibir a la delegación en su casa particular, Apsley House, por temor a que sus miembros recurrieran a Napoleón en busca de apoyo y así aprovechar la ocasión para averiguar las pretensiones venezolanas.
La postura británica fue muy clara desde el principio dando a entender a la delegación que en esos momentos el apoyo político a Venezuela era imposible y en un intento de presionar a España para que les dejase comerciar libremente con sus colonias, los británicos trataron de desviar las negociaciones hacia acuerdos comerciales más acordes con sus intereses.
A pesar de que no se cumplieron todos los objetivos de la delegación, se lograron algunos compromisos importantes gracias a la presencia de Francisco de Miranda en Londres, con quien Bolívar empezó a mantener contactos que fomentaron una participación discreta de este mediante sus contactos personales en las negociaciones.
Así Bolívar logró la secreta connivencia inglesa (disfrazada como siempre de neutralidad), la apertura del comercio, y la posibilidad de que Inglaterra ejerciera presiones sobre España para favorecer los intereses venezolanos.
Bolívar durante la Primera República:
Después de convenir con los ingleses la permanencia de un representante en Londres, Bolívar embarcó en la corbeta Shaphire y llegó a La Guaira el 5 de diciembre de 1810.
Una vez en Venezuela empezó a hacer gestiones para promover el regreso de Miranda, que como resultado de estas gestiones, llegó a Venezuela en el bergantín inglés Avon el 10 de diciembre de 1810 ante una fría recepción oficial por parte de la Junta Suprema, que poco después lo nombró Teniente General.
Miranda pronto empezó a tener conflictos con el Jefe Militar del Gobierno, el Marqués del Toro, por su incapacidad para controlar la rebelión realista de Coro y mientras tanto, las circunstancias políticas habían favorecido la aparición en Caracas de organizaciones como la Sociedad Patriótica, que era una especie de asociación independentista que funcionaba como foro de debate político que divulgaba sus conclusiones en una publicación propia titulada El Patriota de Venezuela.
Bolívar fue un miembro importante de esta asociación que estuvo muy implicado en las movilizaciones posteriores ocurridas el 5 de julio de 1811 para ratificar la Declaración de Independencia, y que defendió posturas opuestas a la Constitución del 21 de diciembre de 1811 al considerar que era una copia literal de la que regía en los Estados Unidos que no se adaptaba a la realidad del momento en Venezuela.
El 13 de agosto de 1811, fuerzas comandadas por Miranda, lograron una victoria en Valencia, contra los rebeldes de dicha ciudad que pretendían recuperar privilegios de su antigua capitalidad y es en esta acción donde Bolívar empezó propiamente su carrera militar al dirigir un ataque a un puesto fortificado que fue su bautismo de fuego y su primera acción distinguida. Así, Miranda lo propuso para el rango de Coronel y le envió a informar de la victoria al Gobierno de Caracas.
Poco después, Bolívar empezó a levantar la moral en los Valles de Aragua por iniciativa propia por lo que el general Miranda, por entonces comandante en jefe de las fuerzas militares republicanas, lo persuadió de que aceptara el rango de Teniente Coronel en el Estado Mayor y lo nombró Jefe militar de Puerto Cabello, la principal plaza fuerte de Venezuela.
Dicha plaza era entonces un punto militar clave por sus características coincidentes de puerto, arsenal, prisión militar y principal punto de apoyo y control en la zona. Allí permanecían detenidos los prisioneros de guerra influyentes en el Castillo San Felipe y a la vez también se encontraba almacenado gran parte del arsenal militar republicano.
A pesar de ser contrario a las normas de seguridad militar se estaba dando esta situación y aunque Miranda ordenó trasladar a los prisioneros a otro lugar, el traslado nunca se cumplió y fue uno de los motivos que unido a la inexperiencia militar de Bolívar propiciaron la caída de Puerto Cabello.
Los prisioneros lograron tomar por sorpresa a la guardia y la dominaron gracias a la traición de un oficial al que sobornaron, se apoderaron del Castillo San Felipe y comenzaron a bombardear Puerto Cabello.
Bolívar trató de recuperar la guarnición durante seis días de combate con las fuerzas que pudo controlar y que al parecer no superaban los cuarenta efectivos pero la situación le era muy desfavorable; no se podía cañonear el castillo por el reducido alcance de la artillería y la ciudad empezaba a ser atacada por las fuerzas del Capitán Domingo Monteverde y tras lanzar un desesperado ataque frontal sobre el castillo que fracasó, Bolívar decidió abandonar la plaza por vía marítima, logrando escapar a duras penas.
Este acontecimiento, unido al violento terremoto del 26 de marzo de 1812, inclinó la balanza a favor de los realistas y aunque hubo muchos que creyeron que aún se podía seguir la lucha, Miranda capituló el 26 de julio de 1812 por encargo del Congreso, en el tratado de La Victoria, que instauró nuevamente el dominio español sobre Venezuela.
El 30 de julio de 1812, Miranda llegó a La Guaira con la intención de embarcarse en la nave inglesa Sapphire en medio de un ambiente en el que pocos sabían que las negociaciones con Monteverde por las que muchos oficiales republicanos se sintieron traicionados se habían iniciado por órdenes del Congreso y no por deseos de Miranda.
Por ello, cuando Miranda se hospedaba en casa del coronel Manuel María Casas, comandante de la plaza, se encontró con un grupo numeroso, en el que se contaban don Miguel Peña y Simón Bolívar, que lo convencieron de que se quedara, por lo menos una noche, en la residencia de Casas.
A las dos de la madrugada, encontrándose Miranda profundamente dormido, Casas, Peña y Bolívar se introdujeron en su habitación con cuatro soldados armados, se apoderaron precavidamente de su espada y su pistola, lo despertaron y con rudeza le ordenaron que se levantara y vistiera, tras lo cual lo engrilletaron y lo entregaron al español Monteverde.
A cambio de este acto de traición, el español Francisco-Antonio de Yturbe y Hériz accedería a darle a Bolívar el salvoconducto que éste le había solicitado para exilarse en el extranjero, con el especial favor de Monteverde. En esta ocasión, el jefe español hizo que se viera el acto de haber entregado a Miranda como un servicio al estado español: Debe satisfacerse el pedido del coronel Bolívar, como recompensa al servicio prestado al rey de España con la entrega de Miranda.
El Manifiesto de Cartagena:
Bolívar fue autorizado por Monteverde a trasladarse el 27 de agosto de 1812 a la isla de Curazao, ocupada por los ingleses, en la goleta española Jesus, María y José junto con José Félix Ribas, Vicente Tejera y Manuel Díaz Casado, donde permaneció un corto período.
Después se trasladó a Cartagena de Indias, en Nueva Granada, donde el proceso independentista se había iniciado el 20 de julio de 1810 y había desembocado en la formación de varías Juntas supremas que rivalizaban entre sí. En este panorama compuso un manuscrito conocido como el Manifiesto de Cartagena, en el cual hizo un análisis político y militar de las causas que provocaron la caída de la Primera República de Venezuela y exhortaba a la Nueva Granada a no cometer los mismos errores que Venezuela para no correr la misma suerte.
También en este manifiesto proponía fórmulas que ayudaran a remediar las divisiones y a promover la unión de los distintos pueblos de América para lograr el objetivo común, la Independencia.
Así al poco de llegar, Bolívar solicitó al gobierno de Cartagena prestar servicio en sus tropas y le fue concedido el mando de una guarnición de 70 hombres en la pequeña localidad de Barrancas con la que empezaría a forjarse su futuro prestigio militar.
Al principio, Bolívar estaba subordinado a un aventurero francés llamado Pierre Labatut pero, en contra de las órdenes de este, decidió tomar la iniciativa realizando una campaña para derrotar a las partidas realistas que se encontraban en las orillas del río Magdalena a la vez que aumentaba el adiestramiento y el contingente de sus tropas.
Como resultado de esta campaña, logró liberar varias poblaciones como Tenerife, El Guamal, El Banco, Tamalameque y Puerto Real de Ocaña; logró derrotar a diversas guerrillas realistas que operaban en la zona y finalmente ocupó Ocaña.
Ante estos logros, el coronel Manuel del Castillo, Comandante General de Pamplona, solicitó su ayuda para detener a los realistas que amenazaban con entrar desde Venezuela. Para ello, el coronel Bolívar tuvo que pedir autorización al Gobierno de Cartagena para intervenir en territorio del Gobierno de las Provincias Unidas.
Cuando se la dieron, llegó hasta la frontera con Venezuela mediante la Batalla de Cúcuta, acción en la que atacó el 28 de febrero de 1813 a las fuerzas españolas y le dio méritos suficientes para que el Congreso y el Gobierno le nombraran ciudadano de la Unión y le concedieran el rango de Brigadier a cargo de la División de Cúcuta.
Desde febrero hasta abril de 1813 tuvo que permanecer en Cúcuta detenido por trabas legales y por diferencias con Castillo que empezaba a verle con suspicacia ante sus deseos de avanzar sobre Venezuela. Para entonces, Bolívar disponía de una fuerza eficaz y rodeado de una brillante oficialidad neogranadina que estaba dispuesta a seguirlo en una eventual reconquista de Venezuela.
Guerra a muerte:
Simón Bolívar por José Gil de Castro.Después de recibir autorización y recursos de la Nueva Granada, Bolívar inició una de sus acciones militares más destacadas, la Campaña Admirable.
Al principio, cuando entró desde Cúcuta en febrero de 1813 para iniciar su campaña por los Andes venezolanos, no encontró resistencia por lo que avanzó hasta Mérida y tomó la ciudad pacíficamente después de que las autoridades realistas huyeran ante su inminente llegada. Así, en esta entrada triunfal se le concedió por primera vez el título de "El Libertador", por decisión del Cabildo de Mérida.
Bandera de guerra a muerte de Bolívar.Rápidamente las fuerzas de Bolívar empezaron a controlar la situación ganando terreno a un enemigo que huía ante el sorpresivo avance que pilló a los realistas completamente desprevenidos. Finalmente, Bolívar decidió obligar a pelear a las fuerzas realistas en Los Taguanes, un lugar entre Tucupido y Valencia donde les derrotó y forzó una capitulación que se firmó en La Victoria.
Tras la capitulación española, Bolívar tuvo entonces el camino libre hacia la capital e hizo una entrada triunfal en Caracas el 6 de agosto de 1813, donde después de un triunfo militar en Mosquiteros le nombraron Capitán General y le ratificarían el título de "El Libertador" que desde entonces quedó unido a su nombre.
A partir de entonces Bolívar se concentró en organizar el Estado y dirigir la guerra en lo que parecía ya su etapa final. La actividad administrativa desarrollada por Bolívar adquirió grandes dimensiones y organizó el régimen militar mediante regulaciones, mantuvo el Consulado y creó un nuevo sistema fiscal, un nuevo mecanismo de administración de justicia, modificó el gobierno municipal y ofreció la nacionalidad a cuantos extranjeros quisieran colaborar con la causa republicana.
Igualmente atendió los asuntos económicos mediante incentivos a la actividad agraria, las exportaciones y la búsqueda de mano de obra calificada.
Fue entonces cuando apareció en escena la figura de un Capitán de milicias español llamado José Tomás Boves, famoso por su valentía, que a principios de 1814, inició operaciones militares en La Puerta con tropas autóctonas de la región de Los Llanos venezolanos, autorizadas al saqueo y al pillaje.
Las fuerzas de Bolívar se fueron debilitando a medida que entraban en combate con Boves y sus llaneros debido a la falta de recursos materiales y de tropas de relevo para cubrir las bajas sufridas ante un enemigo que se demostró implacable y que no dudaba en ejecutar a todos los prisioneros para no tener que mantenerlos.
Ante el aumento de la violencia del conflicto y la falta de medios para combatir a Bóves y sus llaneros, Bolívar decidió retirarse con las fuerzas que le quedaban hacia el Oriente venezolano el 7 de julio de 1814 y unir fuerzas con Santiago Mariño en un esfuerzo común para detener a Boves.
La retirada estratégica de Bolívar produjo como resultado un éxodo masivo de personas desde Caracas hacia Oriente en el que murieron muchas personas que intentaron seguir en su retirada a las fuerzas republicanas por temor a las sanguinarias represalias de Boves.
Debido al acoso que las fuerzas de Boves practicaban con los refugiados caraqueños en persecución, Bolívar decidió hacerles frente en Aragua de Barcelona el 17 de agosto de 1814 en un intento de retrasar el avance realista y lograr salvar al mayor número posible de refugiados. Tras ser derrotado, Bolívar logró llegar a Cumaná el 25 de agosto de 1814 y unirse a Mariño.
Pero ya para entonces la Segunda República de Venezuela estaba herida de muerte, los realistas irían consolidando su dominio por todo el país a los largo de 1814 y sólo el Oriente venezolano junto a la isla de Margarita permanecieron en manos republicanas. Sin embargo, el bando republicano se encontraba entonces dividido en facciones lideradas por diversos caudillos que dominaban porciones de territorio y rivalizaban entre sí, desde entonces sería muy difícil para Bolívar coordinar acciones por estos motivos.
Esta situación unida a la conducta del corsario Giovanni Bianchi, que intentaba aprovechar la situación en su beneficio, desencadenaron una serie de acontecimientos que hicieron que Bolívar saliera con Mariño desde Carúpano hacia Cartagena.
Estadía en Jamaica:
Tras los acontecimientos de Carúpano, Bolívar llegó a Cartagena a finales de 1814 para obtener de nuevo ayuda de la Nueva Granada, que en esos momentos se encontraba también en una situación difícil que le impidió desarrollar nuevos proyectos.
Estas circunstancias y el apoyo que le daba el Gobierno neogranadino hicieron que fuera reconocido como jefe por todos los venezolanos que se encontraban en Nueva Granada, el 19 de septiembre de 1814 Bolívar se encuentra con Camilo Torres Tenorio quien preside el Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva Granada y admitiendo los argumentos de Bolívar y ante la derrota sufrida por el General Antonio Nariño en la campaña del sur en julio de 1814, encarga a Bolívar de la conducción de la guerra. El 10 de diciembre Bolívar toma a Santa Fe y obliga así a que Cundinamarca reconozca como autoridad al Congreso de las Provincias Unidas.
Ante la imposibilidad de desarrollar algún proyecto decidió abandonar su cargo en la Nueva Granada y partir hacia Jamaica en el buque La Decouverte, llegando a la isla el 14 de mayo de 1815 y los pocos meses de estar allí escribió con fecha del 6 de septiembre de 1815 la Carta de Jamaica, un documento que tiene múltiples significados por su forma, contenido y características materiales como texto de reflexión y análisis.
En dicho documento describe en general la situación de América considerándola como un todo unitario y empieza a exponer el proyecto ya preconcebido antes por Francisco de Miranda de crear una gran confederación americana con el nombre de Colombia como una realidad a alcanzar por las nacientes repúblicas que sería en adelante la base de su proyecto político.
Sin embargo, la situación de Bolívar en la isla llegó a ser muy tensa ya que se encontraba allí con escasos medios económicos por lo que se vio obligado a pasar estrecheces y llegó a sufrir un intento de asesinato del que salió ileso gracias a que por no poder pagar la pensión donde vivía se vio obligado a mudarse el mismo día del atentado.
Ante la neutralidad del Gobierno británico, que no quería comprometerse a darle un apoyo abierto, y la posibilidad de que los españoles estuvieran intentando asesinarle, Bolívar consideró necesario trasladarse a otro país más seguro donde pudiera organizarse una expedición.
Estadía en Haití:
En aquella época Haití se había convertido en una república independiente de Francia que daba asilo y respaldaba las causas republicanas en el continente americano. Por ello Bolívar consideró que Haití era el lugar adecuado para organizar una expedición militar hacia Venezuela con la ayuda del presidente de ese país, el general Alexandre Petion.
El 19 de diciembre de 1815, Bolívar salió de Jamaica para Haití de una manera que él mismo describió como precipitada y llegó al puerto de Les Cayes el 24 del mismo mes. Cuando Bolívar salió de Jamaica ya tenía resueltos los aspectos fundamentales de la campaña que tenía en mente y cuyos aspectos requerían un análisis cuidadoso ya que implicaban conseguir respaldo político, ayuda financiera y colaboración técnica, naval y militar.
Allí con la ayuda encubierta del Gobierno haitiano y del experimentado Almirante Luis Brión, Bolívar logró organizar una expedición marítima conocida como la Expedición de los Cayos que salió el 23 de marzo de 1816 con rumbo a la isla de Margarita, desde donde empezaría de nuevo sus operaciones militares.
Bolívar y la Gran Colombia:
Después del fracaso de la Segunda República de Venezuela y su corta permanencia en Nueva Granada como comandante militar, Bolívar se vio obligado a reflexionar sobre la causa de los fracasos previos, la situación internacional y la forma de lograr la independencia de forma duradera.
Sus reflexiones le llevaron a la conclusión de que para alcanzar la independencia definitiva se debía derrotar totalmente a los españoles para impedir que realizaran acciones de reconquista pero esto no sería suficiente, los esfuerzos descoordinados y dispersos de los caudillos regionales a lo largo de América debían ser unificados bajo un mandato único y como garantía de una independencia permanente se debía crear una república grande y fuerte para poder desafiar las pretensiones de cualquier potencia imperial.
La idea de crear una nación semejante hizo que Bolívar tuviera un objetivo político mucho más amplio y esto en definitiva le movió a actuar de una manera diferente a las anteriores.
Colombia como proyecto político
Ya en la isla de Jamaica, Bolívar había expuesto la idea de Colombia como un país que debía hacerse realidad. Concluyó que para convertir Colombia en una nación viable y creíble hacía falta crear un gobierno centralizado capaz de coordinar las acciones necesarias para resguardar las fronteras y aglutinar a los distintos pueblos de la América Hispana como garantía de la independencia.
Aunque el proyecto de Colombia como nación lo idealizó en realidad Francisco de Miranda durante sus acciones precursoras, fue Bolívar quien tuvo el mérito de rescatar este proyecto del baúl de los recuerdos de sus primeros contactos con El Precursor en Londres y de llevarlo a cabo contra viento y marea hasta su muerte.
Para garantizar la libertad de Colombia consideraba vital conseguir cuanto antes el control sobre Venezuela para impedir que los españoles la utilizaran como puesto de avanzada en tierra firme para sus campañas de reconquista por lo que decidió emprender esta tarea como algo prioritario.
Así desembarcó en la isla de Margarita a mediados de 1816 decidido a lograr desde el principio el reconocimiento de su liderazgo y después de obtener un éxito inicial con el líder local Juan Bautista Arismendi preparó la campaña para liberar el continente.
A medida que pasaba el tiempo Bolívar tuvo que lidiar con personajes que habían ganado su generalato a través de la acción pero que por el tipo de guerra que se hacía en ese momento acabaron aceptando la Jefatura Suprema de Bolívar como un mal necesario para poder derrotar a los españoles hasta que a la larga su liderazgo fue indiscutido.
La consolidación del liderazgo supremo facilitó el control del Oriente venezolano y la instalación de Bolívar en Angostura, que trajo consigo el inevitable y largo enfrentamiento con las fuerzas expedicionarias del general español Pablo Morillo y la organización de los mecanismos elementales para que el Gobierno pudiese funcionar.
Para entonces el Ejército español ya se encontraba muy desgastado después de la larga campaña de reconquista realizada a lo largo de América y aunque el general Morillo era un comandante militar muy capaz que intentó por todos los medios paliar la situación no pudo evitar que sus tropas iniciaran un lento pero inevitable declive debido a la falta de recursos y de refuerzos para cubrir las bajas que sufrían.
Ya en 1818, la situación del Ejército español en Venezuela se hizo insostenible y Morillo se vio obligado a retirar algunas de sus fuerzas de la Nueva Granada para intentar contener a Bolívar. Para entonces la situación política y militar era lo bastante buena como para pensar en la organización de un Estado y así fue como se instaló hacia el año 1819 el Supremo Congreso de la República en Angostura.
Campaña libertadora en la Nueva Granada:
Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander en el Congreso de Cúcuta.
Templo Histórico de Cúcuta, donde se desarrolló el Congreso de Cúcuta. En su interior hay una estatua de Bolívar.
Paso del ejército del Libertador por el Páramo de Pisba.A partir del año 1818 la situación se decantó definitivamente a favor de los patriotas y desde entonces prácticamente su avance por el continente se hizo imparable y, lo que permitió que Bolívar, desde Venezuela y Francisco de Paula Santander, desde Nueva Granada empezaran a coordinar acciones conjuntas desde sus áreas de influencia que fomentaran una unidad militar.
Batalla de Boyacá.Para entonces existía en Nueva Granada un importante foco de resistencia revolucionaria contra las tropas de Morillo en los llanos de Casanare, zona contigua a los llanos de Apure y del Arauca, donde algunos de los revolucionarios neogranadinos más comprometidos se retiraron para resistir la violencia de la Contrarrevolución del comandante militar Sámano como baluarte patriota al mando de Santander, a quien Bolívar ascendió al grado de Brigadier y lo nombró Comandante militar de la División de vanguardia.
Ambos habían elaborado un plan en el que Santander debía preparar la provincia de Casanare, unificar a los guerrilleros del sur y dar informes a Bolívar sobre las tropas españolas para iniciar la invasión de la Nueva Granada.
Junto con los preparativos militares también se realizaban acciones políticas importantes. El 21 de enero de 1819 llegaron a Angostura dos buques británicos, el Perseverance y el Tartare con un cuerpo de voluntarios que fue conocido como la Legión Británica para apoyar a Bolívar y el 15 de febrero de 1819, el Libertador reunió el Congreso de Angostura, acontecimiento en el que pronunció una de sus mejores composiciones políticas, el Discurso de Angostura, en el que hacía un análisis crítico de la situación, exponía el rumbo a seguir para fundar la república y anunciaba el proyecto de la Constitución de Cúcuta que fue promulgada en el Congreso de Cúcuta en 1821.
El resultado de este Congreso fue el nacimiento oficial de la República de Colombia, conocida como la Gran Colombia, mediante la promulgación de la Ley Fundamental de Colombia y cuya extensión abarcó en ese momento los territorios de la Nueva Granada y Venezuela que se dividen políticamente en tres departamentos: Cundinamarca (Bogotá), Venezuela (Caracas) y Quito (Quito).
También el Congreso proclamó, en diciembre de 1821, a Bolívar Presidente de la República y a Francisco de Paula Santander[10] como Vicepresidente de forma que «las Repúblicas de Venezuela y la Nueva Granada quedan desde este día reunidas en una sola bajo el título glorioso de República de Colombia».
Mientras tanto, Bolívar seguía preparando la invasión militar de Nueva Granada tratando de mantener los detalles de la campaña en secreto por lo que su duración, características, fecha de inicio y alcance eran datos desconocidos, lo cual contribuía a aumentar el factor sorpresa y la imprevisibilidad del ataque.
Morillo estaba al corriente de la llegada de la Legión Británica a Angostura bajo el mando de James Rooke e intuyó que el siguiente paso lógico de Bolívar sería unir fuerzas con José Antonio Páez, destacado líder rebelde de Los Llanos, por lo que tras analizar la situación decidió atacar el principal reducto rebelde neogranadino en Casanare con tropas al mando del coronel José María Barreiro que fueron hostigadas constantemente por las tropas del General Santander mediante tácticas de guerrilla que fueron desgastando a las fuerzas de la Tercera División española.
La llegada de la época de lluvias hizo los caminos intransitables y las operaciones militares difíciles por lo que los españoles decidieron replegarse ante la lógica de que el enemigo haría lo mismo.
Sin embargo, el desarrollo de los acontecimientos hacían presentir lo peor al General Morillo ya que su Ejército expedicionario, exhausto y sin recibír refuerzos desde hacía mucho tiempo, estaba combatiendo contra fuerzas militares eficaces de las que se desconocía su capacidad real.
Es entonces cuando Bolívar realizó una de sus hazañas militares más destacadas, el Paso de los Andes, que realizó en una estación poco propicia y que se consideraba imposible con los medios de la época. El difícil avance de las tropas patriotas se produjo a través del Páramo de Pisba, hasta dar alcance a los realistas el 25 de julio de 1819 en la Batalla del Pantano de Vargas, en la cual la tropa realista finalmente huyó, situación que le permitió a los patriotas llegar a la ciudad de Tunja el día 4 de agosto.
Allí se reúne con las tropas patriotas que estaban bajo el mando de Santander en la población de Tame (actualmente ubicada en el departamento de Arauca), en donde comienza la campaña libertadora de la Nueva Granada.
El ataque de Bolívar logró sorprender a los españoles que, ante el desastre, intentaron tomar medidas. Barreiro todavía pensaba que podía controlar la situación pero el estado de sus tropas le obligaba estar a la defensiva por lo que decidió replegarse hacia la ciudad de Bogotá donde las condiciones le serían mucho más favorables.
El enfrentamiento decisivo con los realistas se produjo en la Batalla de Boyacá el 7 de agosto de 1819, por medio de la cual se pretendía detener el avance de las tropas leales comandadas por Barreiro hacia la ciudad de Bogotá y que resultó en una gran victoria para Bolívar y el ejército revolucionario.
Cuando el virrey Sámano quien conocía como los demás realistas el Decreto de Guerra a Muerte, se enteró de la derrota, huyó inmediatamente de Bogotá y de esta forma, el ejército libertador entró triunfante a la capital el día 10 de agosto.
Campañas finales:
Batalla de Ayacucho.Durante los próximos años la oposición realista fue completamente eliminada. El 24 de junio de 1821 en la Batalla de Carabobo, campo cercano a la ciudad de Valencia, se obtuvo una victoria decisiva sobre el ejército español que fue completada con la batalla naval del Lago de Maracaibo el 24 de julio de 1823 y se liberó definitivamente Venezuela.
Durante su permanencia en Bogotá, se dieron otros procesos libertarios como el de Guayaquil el 9 de octubre de 1820 que se llevó a cabo sin la participación de Bolívar, lo cual incidió para que posteriormente el Libertador optara por ocupar aquella provincia que se había declarado independiente bajo la presidencia de José Joaquín de Olmedo. Recién dos años después Simón Bolívar llega a Guayaquil con su ejército, destituye a la Junta de Gobierno y la anexa a la Gran Colombia.
Después de la victoria de Antonio José de Sucre sobre las fuerzas españolas en la Batalla de Pichincha el 24 de mayo de 1822 el norte de Sudamérica fue liberada. Con esa gran victoria Bolívar se preparó para marchar con su ejército y cruzar los Andes y liberar definitivamente Perú que ya había declarado su independencia el 28 de julio de 1821 luego del desembarco del general José de San Martín en Paracas y la toma de Lima el 12 de julio.
Hemiciclo de la Rotonda con el monumento a los libertadores Simón Bolívar y José de San Martín en el Malecón 2000, Guayaquil, Ecuador.El 26 de julio de 1822 Bolívar tuvo una conferencia con San Martín en Guayaquil para discutir la estrategia de liberación del resto de Perú. Nadie sabe qué ocurrió en la secreta reunión entre los dos héroes sudamericanos, pero San Martín volvió a Argentina, mientras Bolívar se preparó para la lucha contra los últimos reductos españoles en Sudamérica, en la sierra y el Alto Perú. En 1823 Bolívar fue autorizado por el Congreso de la Gran Colombia para tomar el mando y en septiembre llegó a Lima cuyo gobierno le pedía que dirigiera la guerra y se reunió con Sucre para planificar el ataque. El Congreso peruano le nombró dictador el 10 de febrero de 1824, y a partir de entonces logró controlar las intrigas de la nueva república.
El 6 de agosto de 1824 Bolívar y Sucre juntos derrotaron el ejército español en la Batalla de Junín. A raíz de esta victoria; el vado guayaquileño José Joaquín de Olmedo le escribió el poema épico "Victoria de Junín. Canto a Bolívar", verdadera obra maestra de la poesía de las nacientes naciones suramericanas y de la gran patria ecuatoriana, y en ella, no sólo se describe la batalla; sino también Olmedo pone en boca de Huayna Cápac los destinos de la América Libre del yugo español.
El 9 de diciembre de 1824 Sucre destrozó el último baluarte del Ejército español en la Batalla de Ayacucho, acabando con el dominio español en Sudamérica.
Bolívar como estratega
Militarmente, las guerras dirigidas por Bolívar no implicaron a un número importante de efectivos, y en total el ejército expedicionario español nunca sobrepasó tampoco la décima parte de la cifra de los realistas. Sin embargo, Bolívar no era un militar profesional en el sentido literal de la palabra, y mucho menos un teórico de la estrategia. Su formación militar fue básica, y su instrucción teórica no pasó los límites de las nociones de disciplina y jerarquía. Su paso por las formaciones militares coloniales de Venezuela fue breve, y se ha comprobado que nunca estuvo en L'École de Sorèze, ni en ningún otro instituto militar de ninguna clase.
Sin embargo, la forma en que desarrolló sus diversas campañas militares y la terminología utilizada en su correspondencia sugieren que sus éxitos no pudieron deberse a casualidades afortunadas, y que poseía conocimientos de estrategia militar más avanzados de los que debía tener por su formación.
Mediante el análisis de sus hazañas bélicas se aprecia que Bolívar utilizaba los fundamentos de la Planificación y Estrategia para elaborar sus operaciones y en determinadas acciones demostró tener conocimientos de clásicos del arte de la guerra aplicando tácticas como la del orden oblicuo del rey Federico II de Prusia, formaciones romanas descritas por Tito Livio, puso en práctica los principios militares de Maquiavelo, era consciente de la importancia de la economía de fuerzas, hacía análisis del terreno y del adversario y consideraba fundamental el uso de la Logística.
Dentro de la literatura militar se sabe que Bolívar leyó Historias de Polibio y la Guerra de las Galias de Julio César pero además existen indicios suficientes para creer que manejó los textos militares de Mauricio de Sajonia y del Conde de Guibert. Sin embargo, se sabe casi con seguridad que no conoció las obras de Montecuccoli hasta 1824, ni los estudios sobre Napoleón hasta cuando casi terminó sus campañas militares.
Todo esto da como resultado un balance militar favorable a Bolívar ya que, a pesar de una supuesta escasa formación militar puesta en entredicho, ha demostrado ser un auténtico líder que dio la talla como estratega dotado de audacia e imaginación.
Gobernante del Perú:
Simón Bolívar a caballo por Arturo Michelena.Bolívar desembarcó en el puerto del Callao el 1 de septiembre de 1823 en el bergantín Chimborazo luego de que una comitiva enviada por el Congreso de la República del Perú encabezada por José Faustino Sánchez Carrión le enviara una invitación mientras estaba en Guayaquil, provincia cuya anexión a la Gran Colombia dispuso en julio de 1822. A dicho recibimiento asistió el presidente José Bernardo de Tagle, marqués de Torre Tagle, y su gabinete ministerial en Pleno. Al día siguiente de su llegada, el Congreso lo nombra "suprema autoridad" y poco después le encarga la dirección de la lucha contra el ejército realista disponiendo que el mismo Torre Tagle debería rendirle cuentas de sus acciones.
La primera acción de Bolívar fue eliminar las fuerzas de José de la Riva Agüero, quien fuera presidente del Perú antes que Torre Tagle y se oponía a la llegada del Libertador, en Trujillo. Riva Agüero fue apresado en noviembre de ese año pero logró escapar y se fue a Inglaterra. Mientras tanto, el primer Congreso Constituyente que estaba próximo a proclamar la primera Constitución política del Perú emite una resolución señalando que entrarán en suspenso las disposiciones de esa carta magna que sean contrarias a las disposiciones y deseos de Simón Bolívar. La Constitución fue jurada el 11 de noviembre de ese año pero nunca entró en vigencia.
El ejército realista tenía el control de la sierra central y el sur del país (actuales departamentos de Junín, Ayacucho, Cusco y Arequipa). Por su parte, luego de la derrota de Riva Agüero,las fuerzas del ejército unificado tenían posesión de la costa central y norte, y de la sierra norte (actuales departamentos de Piura, La Libertad, Ancash, Lima y Cajamarca). Ante ello, siendo factible la posibilidad de que Lima fuera invadida por fuerzas realistas (como en efecto lo fue tras el motín del Callao), Bolívar decidió mudar su cuartel general al pueblo de Pativilca, 200 kilómetros al norte de Lima.
Bolívar instruye a Torre Tagle que se acerque a los mandos españoles acantonados en Jauja para lograr una negociación con la finalidad de ganar tiempo para lograr aumentar su ejército y ser capaz de vencer al realista (que en el manifiesto tras la batalla de Junín, Bolívar se jactaba de derrotar tras 14 años de triunfos contra los independentistas). Torre Tagle cumple ese encargo pero, paralelamente, es acusado por Bolívar de negociar con el Virrey La Serna la expulsión del Libertador y obtener así la plenitud de su mandato.
Al margen de esas intrigas, el 5 de febrero de 1824, las tropas bolivarianas de las fortalezas del Callao pertenecientes a la expedición libertadora, acaudilladas al mando de un sargento de apellido Moyano, se levantan en motín del Callao argumentando falta de pago a los soldados. Esa sublevación liberó a los presos españoles que estaban recluidos en la Fortaleza del Real Felipe y les entregó las instalaciones y las defensas del puerto. Las fuerzas realistas ocuparon Lima el 29 de febrero, para más tarde replegar su fuerza principal a la sierra central y sostener una guarnición en el Callao, cuyas defensas quedaron bajo el mando del militar español de José Ramón Rodil, en las que se le refugiaron varias facciones patriotas, inclusive el mismo Torre Tagle que se quedaría en la Fortaleza del Real Felipe donde murió al año siguiente en el sitio del Callao.
Ante la falta de respuesta del presidente Torre Tagle, el Congreso lo depone el 10 de febrero y entrega a Bolívar todo el poder político y militar. Acto seguido, el Congreso se autoinmola y entra en receso hasta que el Libertador lo convoque. Bolívar se convirtió en la única y máxima autoridad en el Perú, nombrando como único Ministro General a José Faustino Sánchez Carrión. Bolívar nombrado jefe supremo, volvió a Pativilca y ordenó el repliege generalizado del ejército unido a Trujillo y Huamachuco.
Formación del ejército:
Desde Pativilca, Bolívar empieza las acciones para aumentar el Ejército Unido Libertador del Perú. Nombra como jefes principales del ejército unido a los generales grancolombianos Sucre, Córdova y Lara. Ningún peruano formó parte del estado mayor siendo que sólo el general José de La Mar estuvo a cargo de la rama peruana del éjercito. Ello se debía a que el Libertador no sentía aprecio por los peruanos tal como se muestran en diversas cartas que envió.
Hiram Paulding , un marino inglés escribió en sus notas de la bitácora que supuestamente Bolívar le refirió sobre los peruanos "eran unos cobardes y que, como pueblo, no tenían una sola virtud varonil. En suma sus denuestos fueron ásperos y sin reserva ... Luego me dijeron que siempre solía hablar así de los peruanos", pero en recientes aclaraciones se ha dejado entrever que estas aseveraciones tuvieron origen ante la lentitud y demora de los peruanos al reaccionar por su emancipación, pero ésta aseveración cae en total contradicción con la gallardía demostrada en la batalla naval de El Callao, como hecho final que encumbró a la recién creada nación peruana como una república.
Bolívar escribió instrucciones precisas sobre todo lo referido a la arma del ejército, en sus cartas incluyó instrucciones desde cómo hacer las correas y cómo herrar los caballos. Así ordenó que los jefes militares tomaran del norte peruano los recursos necesarios, la mayoría fueron obtenidos mediante amenaza y otros fueron simplemente arrebatados de sus dueños. La orden de Bolívar respecto a utilizar la riqueza que hubiere en las iglesias dio lugar a abusos y saqueos por parte de los jefes militares grancolombianos.
Durante todo ese tiempo, la guerra se desarrollaba en el mar. El Almirante Martin George Guisse, jefe de la escuadra peruana, destruyó los barcos de guerra españoles que asediaban las costas peruanas, permitiendo que lleguen pertrechos y refuerzos desde Colombia y asediando constantemente la fuerza realista de España en Perú; acantonada en el Callao bajo el mando de José Rodil.
El 2 de agosto, en la localidad pasqueña de Rancas, Bolívar pasa revista al ejército que logró armar y que contaba 12.000 hombres listos para acometer al ejército del virreinato del Perú, que desde principios de 1824 había quedado paralizado por la Rebelión de Olañeta. El 6 de agosto se dio la batalla de Junín donde la caballería del ejército realista fue derrotada por primera vez en el Perú. El 9 de diciembre de ese año se pone fin al virreinato del Perú mediante la victoria en Ayacucho.
Dictador del Perú:
Simón Bolívar por Antonio Salas.Ya antes de la batalla de Ayacucho, Bolívar había vuelto a nombrar un gabinete ministerial. Para ello mantuvo a José Faustino Sánchez Carrión como ministro pero esta vez encargado de la Cancillería, Hipólito Unanue a cargo del Ministerio de Hacienda y al militar grancolombiano Tomás Heres como Ministro de Guerra. Su gobierno en el Perú se caracterizó por una gran represión contra el pueblo y sus opositores a la par que ejerció una gran injerencia tanto dentro del recién formado Poder Judicial y en la elección del Congreso. No obstante ello, el gobierno de Bolívar se caracterizó por la creación de instituciones básicas dentro de lo que sería la organización del naciente estado peruano.
El 10 de febrero de 1825, un año después de que el Congreso entrara en receso, Bolívar lo convoca de nuevo. Este Congreso sesionó por un mes antes de disolverse y dar por concluidas sus funciones el 10 de marzo. Durante este periodo, el Congreso autorizó la salida de 6.000 soldados peruanos a la Gran Colombia, acordó la entrega de premios a los militares vencedores y emitió una resolución desentendiéndose del futuro que escoja el Alto Perú.
El 20 de mayo de 1825, desde la ciudad de Arequipa, Bolívar convoca a elecciones para un Congreso General que debería reunirse el 10 de febrero del año siguiente. Sin embargo, ese día no se pudo inaugurar el nuevo congreso ya que el Libertador no estaba conforme con la incorporación de algunos diputados como Francisco Xavier de Luna Pizarro quien fue electo por el departamento de Arequipa. Recién en el mes de abril se logra reunir el Congreso pero sus sesiones preliminares fracasan ya que el gobierno declaró no válidos los poderes de los diputados de Arequipa, Lima, Cusco y otras provincias.
El 26 de mayo de 1826, el gobierno retira a los municipios el derecho de elegir a sus autoridades y poco después decreta que los prefectos convoquen a los colegios electorales de las provincias para que, cada una, apruebe directamente la Constitución Vitalicia elaborada por Simón Bolívar que lo nombraba como Presidente Vitalicio.
El 4 de septiembre de 1826, Bolívar se embarca en el bergantín "Congreso" con dirección a Colombia dejando en el Perú un "Consejo de Gobierno" cuya misión era lograr la vigencia de la Constitución Vitalicia. Bolívar no regresaría más al Perú. El Consejo de Gobierno no logró que la Corte Suprema del Perú apruebe la Constitución Vitalicia y el nombramiento de Bolívar como Presidente Vitalicicio por lo que recurrió al Cabildo de Lima que, presionado, dio validez a las actas de los colegios electorales y da luz verde a la promulgación de la Constitución. Esta constitución sólo tuvo vigencia hasta el 26 de enero del año siguiente cuando cae el Consejo de Gobierno y se convocan nuevas elecciones.
Durante su gobierno, Bolívar dio cumplimiento al acuerdo de "reposiciones" del ejército grancolombiano, en virtud de los cuales se debía reponer a éste las bajas que sufriera durante las batallas libradas en el Perú, no sólo por muertes en campo de batalla sino también por deserciones y enfermedad. Para ello, el Libertador ordenó el reclutamiento forzoso de peruanos para la formación de tropas y su posterior envío a Venezuela, ello se dio mientras se mantenían en el Perú las tropas grancolombianas.
El Libertador restituyó el Tributo indígena estableciendo su "reducción al monto que se pagaba en 1820", contribución que debían pagar los indígenas peruanos por el sólo hecho de ser indígenas. José de San Martín había abrogado esa contribución el 27 de agosto de 1821 por lo que la norma no hizo sino reinstaurar un pago ya proscrito. Por otro lado, prohibió la mita y se garantizó como en las otras naciones recientemente independizadas la libertad de vientres, con la cual se garantizaba que los hijos de esclavos que sirvieran y se circunscribiesen y tuvieran en embarazo a sus esposas los hijos de estas uniones nacerían libres, y aquellos soldados que en anterioridad fuesen esclavos, se les concedería su libertad, como recompensa por sus leales servicios a la causa libertadora.
En el ámbito de la organización del Estado, Bolívar reemplazo el 6 de marzo de 1824 la "Alta Cámara de Justicia" que había reemplazado, por orden de San Martín, a la Audiencia de Lima. Esta Cámara dio origen a la Corte Superior de Lima y, luego de la batalla de Ayacucho, dio lugar a la Corte Suprema de Justicia. Bolívar nombró como presidente de ésta a Manuel Lorenzo de Vidaurre, quien dejó varios escritos altamante halagueños hacia el Libertador. Sin embargo, tal como pasó en el juicio que se llevó adelante por el asesinato de Bernardo de Monteagudo donde Bolívar interrogó directamente a los sospechosos y estableció sus condenas, el Libertador ejercía directa injerencia en la Corte Suprema. También creó la Corte Superior de Justicia de Trujillo,la Corte Superior de Justicia de Arequipa y la Corte Superior de Justicia del Cusco.
Bolívar creó varios importantes colegios nacionales como el Colegio Nacional de Ciencias y el colegio Educandas en el Cusco, instituciones que fueron conocidas como los colegios bolivarianos. Igualmente fundó el Diario Oficial El Peruano, gaceta oficial del Estado Peruano. Expidió la primera Ley de Imprenta que logró reprimir toda fuente escrita que lo desfavoreciera. El reglamento de esa ley condenaba a seis años de prisión a los autores de los escritos que el gobierno considerase como subversivos y prohibía las sátiras contra disposiciones gubernamentales.
Dentro de las finanzas peruanas, el gobierno de Bolívar realizó dos actos principales. En primer lugar, se establecieron las recompensas para el ejército unificado, cuyo pago estuvo a cargo del Estado Peruano hasta mediados del siglo XIX y se negoció un empréstito con Inglaterra del que sólo se recibió el 25% del capital y se tuvo que pagar el íntegro mas intereses. Bolívar recibió un país quebrado y su administración no mejoró ese punto.
Durante su gobierno se ejerció represión contra sus principales opositores. Así, se dispuso el destierro de Francisco Xavier de Luna Pizarro y de Mariano Necochea, el encarcelamiento del Almirante Martín George Guisse, los hermanos Ignacio y Francisco-Javier Mariátegui y varios militares chilenos y argentinos así y la ejecución de personajes como el ministro de Torre Tagle, Martín Beringoaga. Adicionalmente se tendió un manto de suspicacia respecto del asesinato de Bernardo Monteagudo.
Si bien Bolívar había dispuesto la anexión de la provincia de Guayaquil a la Gran Colombia en 1822 (lo que inició la disputa territorial entre Perú y Ecuador), en 1825 dispuso la secesión del Alto Perú y la creación de la República Bolívar.
HECHO POR DONNY Y EXTRAIDO DE WWW.WIKIPEDIA.COM
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GRACIAS
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