jueves, 26 de agosto de 2010

¿QUIEN FUE JORGE TADEO LOZANO?

Jorge Tadeo Lozano de Peralta y González Manrique, vizconde de Pastrana


(Santafé, 30 de enero de 1771 - Santafé, 6 de julio de 1816) fue un naturalista neogranadino que presidió el Colegio Electoral de Cundinamarca y fue primer presidente del recién creado Estado de Cundinamarca

Rasgos biográficos:
Nació en Santafé el 30 de enero de 1771, siendo hijo de los marqueses de San Jorge, José Miguel Lozano y María González Manrique. Cursó estudios en el Colegio Mayor del Rosario, donde estudió literatura, filosofía y medicina. Luego inició la carrera militar en España, donde hizo parte de la Guardia de corps, en donde alcanzó el grado de capitán. También estudió química entre 1792 y 1793 en el Real Laboratorio de Química de la Corte de Madrid.
Viajó por Europa antes de regresar a la Nueva Granada en 1797, donde fue elegido, regidor y alcalde de Santafé por la Real Audiencia. Contrajo matrimonio con su sobrina María Tadeo Lozano e Isasi, hija de su hermano mayor José María.

Actividad científica:
En 1801 fundó, junto con su primo Luis Azuola y Lozano, el Correo curioso, erudito, económico y mercantil de Santafé de Bogotá. En 1806 fue admitido a la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, dirigida por José Celestino Mutis, para ocuparse primordialmente de investigaciones en el campo de la zoología. Considerado el primer herpetólogo de Colombia, su obra zoológica más importante se tituló «Memoria Sobre las Serpientes», publicada en 1810. También dictó la cátedra de química en el Colegio Mayor del Rosario.

Actividad política:
Tras la declaración de independencia en 1810, Lozano fue designado presidente del colegio electoral constituyente encargado de redactar una Constitución para el incipiente Estado de Cundinamarca. La corporación se dedicó a la tarea encomendada (25 de enero a 6 de marzo de 1811) y elaboró un proyecto que previó un sistema liberal y representativo. Debatido, recibió sanción el 30 de marzo de 1811).
Lozano resultó elegido primer presidente del nuevo Estado de Cundinarmarca y el primero de abril de 1811 juró su cargo. Pero su mandato fue de corta duración, pues al cabo de pocos meses una conmoción popular alentada por la pluma de Antonio Nariño desde su periódico La Bagatela lo obligó a renunciar (19 de septiembre). Tras su retiro, Lozano se dedicó a sus labores científicas y periodísticas hasta la llegada del Pacificador Pablo Morillo en 1816. Permaneció prisionero en el Colegio Mayor del Rosario por espacio de dos meses antes de ser ejecutado en 6 de julio de 1816.
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¿QUIEN FUE FRANCISCO JOSE DE CALDAS?

Francisco José de Caldas y Tenorio:

(Popayán, octubre de 1768 -Bogotá octubre de 1816) fue un científico, militar, geógrafo, botánico, astrónomo, naturalista, periodista, prócer y mártir colombiano. Por su erudición y vastos conocimientos sobre tantas disciplinas fue conocido entre sus contemporáneos como El Sabio, epíteto con el cual pasó a la historia de colombia.

Estudios:
Caldas ingresó a las mejores instituciones educativas de la Nueva Granada, entre ellas el Real Colegio Seminario San Francisco de Asís de Popayán, donde fue alumno de José Félix de Restrepo, y el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, hoy Universidad del Rosario, en Santafé, la actual Bogotá, donde debido a las contrarreformas lanzadas contra el Plan de Estudios Moreno y Escandón (1774), no disfrutó de una cátedra de la entonces llamada “filosofía natural”, cátedra que fue impartida por José Celestino Mutis. De su formación en Santafé comentaría Caldas: “Los que disponían de mis estudios y de mi persona me remitieron a esa capital, me encerraron en uno de esos colegios en que no se veían otra cosa que desatinos de Materia Prima, me pusieron vino en las manos; pero no había nacido para Jurisconsulto. A pesar de castigos, reconvenciones y ejemplos, yo no pude tomar gusto a las leyes ni a Justiniano, y perdí los tres años más preciosos de mi vida”.
Recibió el título de Teólogo en la Univerisidad Santo Tomás.
Por tanto, la principal formación científica que recibió Caldas fue por parte de José Felix de Restrepo, de quien relata Caldas: “Por fortuna me tocó un catedrático ilustrado que detestaba esa jerga escolástica que ha corrompido los más bellos entendimientos; me apliqué bajo su dirección al estudio de aritmética, geometría, trigonometría, álgebra y física experimental, porque nuestro curso de filosofía fue verdaderamente un curso de física y matemáticas… Me entregué a cultivar los elementos que había recibido en el curso de filosofía. Conocí que éstas no eran sino bellas semillas de las ciencias”.

Científico:
A partir de 1798, hizo observaciones astronómicas y desde 1800 se interesó por la Botánica. En 1801 entró en comunicación con el director de la Expedición Botánica, José Celestino Mutis. En diciembre de ese año se entrevistó en Quito, infructuosamente, con el barón Alexander von Humboldt y con Aimé Bonpland
Continuó las investigaciones de los suizos Horace Bénédict De Saussure y Jean André Deluc para correlacionar el punto de ebullición del agua con la altura sobre el nivel del mar, y determinar la altitud en función de la variación del punto de ebullición del agua y la presión atmosférica. Sobre esta base fabricó un primer hipsómetro, instrumento diseñado para determinar la altitud señalando el punto de ebullición del agua.
A finales de 1805 se vinculó a la Expedición Botánica y recorrió el norte del Ecuador. La Expedición logró como resultado el inventario de más de cinco mil especies de vegetales, insectos, aves, estudios climáticos y geográficos en los que participó el sabio Caldas, quien determinó los pisos térmicos e hizo una clasificación de los climas según la altitud. En 1806 regresó a Santafé, con un herbario y equipos astronómicos, para poner en marcha y dirigir el Observatorio Astronómico.
La primera parte de la literatura científica de Francisco José de Caldas se publicó en El Papel Periódico de la Ciudad de Santafé de Bogotá, dirigido por Manuel del Socorro Rodríguez, y el Correo Curioso, publicación erudita, económica y mercantil, bajo la tutela de Jorge Tadeo Lozano.
Entre sus tratados destacan El estado de la geografía del virreinato con relación a la economía y al comercio (1807), y El influjo del clima sobre los seres organizados" (1808), en que enfatizó en las diferencias entre el trópico y las zonas templadas y la diversidad tropical. Fundó a comienzos de 1808 el Semanario del Nuevo Reino de Granada, órgano de difusión del pensamiento científico y cultural, incluida su propia obra.

Escritor:
Caldas fue también un escritor notable. Su estilo se caracteriza por la claridad y por la nobleza de los conceptos. Su prosa es del siglo XVIII y puede figurar al lado de la de Jovellanos, Muñoz, Quintana y Feijoo. Sus trabajos literarios y científicos son muy numerosos y muy conocidos.En sus cartas y documentos, escritos en hermosa caligrafía, se revela un impecable manejo del idioma, su fé católica como un referente constante y una gran erudición.

Político:
Se involucró decididamente en los acontecimientos de la época. Como subdirector del Diario Político de Santafé tomó parte en el levantamiento popular del 20 de julio de 1810. Se hizo partidario público de la independencia y más tarde entró como ingeniero militar al servicio de las fuerzas patriotas.

Militar:
En el año 1811 la presidencia de Nueva Granada es asumida por Antonio Nariño, y Caldas fue nombrado capitán del flamante Cuerpo militar de Ingenieros. Para 1812 asciende al grado de teniente coronel. En 1813 se le relacionó con la rebelión contra Nariño, y tras ser derrotados sus autores, Caldas, por temor a represalias marchó a Antioquia donde se le confirió el grado de coronel y fue nombrado Director de fábricas e ingeniero de armamentos. Entre 1813 y 1814 se encargó de las fortificaciones del río Cauca, de la instalación de una fábrica de fusiles y pólvora. En 1815 fue llamado por el entonces presidente Camilo Torres, su primo, para hacerse cargo de la creación de una Escuela Militar en Nueva Granada, y la construcción de baterías, fosas y puentes en las inmediaciones de la capital. A finales de 1815, fue enviado por José Fernández Madrid a prestar servicios en el ejército del norte y fortificar los caminos de Guanacas y del Quindío. Tras la sucesión de victorias del ejército realista después de la toma de Cartagena de Indias, Caldas huyó al sur con la intención de embarcarse en el puerto de Buenaventura en el Pacífico, ya que Popayan estaba aún bajo control patriota, pero tras la victoria de Juan Sámano en la batalla de la Cuchilla del Tambo, Caldas fue soprendido y apresado diez leguas distante, en la hacienda de Paispampa, para ser trasladado a Bogotá y juzgado por un Consejo de Guerra.

Mártir:
En 1816 el ejército realista reconquista el país y Caldas es capturado en la hacienda Paispamba, que poseía su familia cerca de Popayán. Pronto es sentenciado a muerte por los tribunales de justicia, negandose el militar español Pablo Morillo a indultarle, y que, ante las peticiones de clemencia, responde: "¡España no necesita de sabios!" como reflejo de la Guerra a muerte declarada años atrás por los propios revolucionarios, con los que se alineaba el mismo Caldas y otros intelectuales insurgentes.
Fue fusilado por la espalda el 28 de octubre de 1816 en la plazuela de San Francisco (hoy Parque de Santander) de Bogotá. Cuando bajaba las escalinatas de la Universidad del Rosario, en camino hacia el patíbulo, dibujó en una pared la letra griega θ, enigma que tradicionalmente se ha interpretado como Oh, larga y negra partida. Al extenderse hasta Popayán los rumores sobre el cruel final del prócer, la influyente familia de Caldas decidió encarar en persona al virrey Juan Sámano. Confirmada la dolorosa noticia, doña Asunción Tenorio y Arboleda, la venerable tía materna del sabio, planta un sonoro bofetón en la huesuda cara del virrey, quien permanece impávido ante la anciana aristócrata y le contesta: "Manos blancas no ofenden", dando con ello a entender que una ofensa proveniente de alguien de tez blanca -uno de sus pares- es insignificante, más aún tratándose de una mujer.
Sin embargo, el hecho de haberse truncado la vida de un hombre tan polifacético en plena cúspide de su producción intelectual supuso un duro golpe a las investigaciones científicas hechas por España en Colombia.

Evolución del hipsómetro:
Un año después de la muerte del Sabio Caldas, William Hyde Wollaston presentó un hipsómetro mejorado en el que el termómetro dejaba de encontrarse inmerso en agua y pasaba a estar expuesto únicamente a su vapor.
En 1845, Henri Victor Regnault presentó el hipsómetro transportable, de dimensiones reducidas.
Vida familiar y personalidad:
Un análisis de su abundante correspondencia epistolar, dirigida en particular a sus amigos más cercanos Santiago Arroyo y Valencia y Antonio Arboleda y Arrachea, permite descubrir varias facetas de la personalidad del Sabio Caldas. Profundamente sensible, supo combinar la influencia del romanticismo imperante en la época con la racionalidad necesaria para llevar a cabo sus investigaciones científicas. Católico devoto, actuaba con enorme nobleza y generosidad, como cuando le ofrecieron ayuda para escapar a Quito, la cual declinó por no haber sido extendida la oferta a sus otros compañeros de celda con quienes posteriormente sería ejecutado.
En 1808, tras un curioso noviazgo por carta, contrajo matrimonio por poder con María Manuela Barahona, joven payanesa escogida por los propios amigos de Caldas ya que la pasión e intensidad con que éste se entregaba a sus estudios y ocupaciones no le dejaban tiempo para socializar. En la ceremonia religiosa, El Sabio estuvo representado por su amigo Arboleda.
Caldas y su esposa tuvieron cinco hijos, dos de los cuales fallecieron en la infancia. No queda descendencia directa, solo colateral, de tan ilustre hombre en Colombia, principalmente de la unión de su hermana Baltasara Caldas Tenorio con el médico cirujano inglés George Wallis
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EL TESTAMENTO DE SIMON ANTES DE SU MUERTE:

Testamento de Simón Bolívar
En nombre de Dios todo Poderoso. Amén. Yo, Simón Bolívar, Libertador de la República de Colombia, natural de la ciudad de Caracas en el Departamento de Venezuela, hijo legitimo de los señores Juan Vicente Bolívar y María Concepción Palacios, difuntos, vecinos que fueron de dicha ciudad, hallándome gravemente enfermo, pero en mi entero y cabal juicio, memoria y entendimiento natural, creyendo y confesando como firmemente creo y confieso el alto y soberano misterio de la Beatísima y Santísima Trinidad, Padre Hijo y Espíritu Santo tres personas distintas y un solo Dios verdadero, y en todos los demás misterios que cree, predica y enseña nuestra Santa Madre Iglesia Católica Apostólica Romana, bajo cuya fe y creencia he vivido y protesto vivir hasta la muerte, como Católico fiel Cristiano, para estar prevenido cuando la mía me llegue con disposición testamental, bajo la invocación divina, hago, otorgo y ordeno mi Testamento en la forma siguiente:

*Primeramente encomiendo mi Alma a Dios nuestro Señor que de la nada la crió, y el cuerpo a la tierra de que fue formado, dejando a disposición de mis Albaseas el funeral y entierro, y el pago de las mandas que sean necesarias para obras pías, y estén prevenidas por el gobierno.
Declaro: fui casado legalmente con la Sra. Teresa Toro, difunta, en cuyo matrimonio no tuvimos hijo alguno.
*Declaro: que cuando contrajimos matrimonio, mi referida esposa, no introdujo a el ninguna dote, ni otros bienes, y yo introduje todo cuanto heredé de mis padres.
Declaro: que no poseo otros bienes mas que las tierras y minas de Aroa, situadas en la Provincia de Carabobo, y unas alhajas que constan en el inventario que debe hallarse entre mis papeles, las cuales existen en poder del Sr. Juan de Francisco Martín vecino de Cartagena.

*Declaro: que solamente soy deudor de cantidad de pesos a los señores Juan de Francisco Martín y Poules y Compañía, y prevengo a mis Albaseas que estén y pasen por las cuentas que dichos Señores presenten y las satisfagan de mis bienes.
Es mi voluntad: que la medalla que me presentó el Congreso de Bolívia a nombre de aquel pueblo, se le devuelva como se lo ofrecí, en prueba del verdadero afecto, que aún en mis últimos momentos conservo a aquella República.

*Es mi voluntad: que las dos obras que me regalo mi amigo el Sr. Gral. Wilson, y que pertenecieron antes a la biblioteca de Napoleón tituladas "El Contrato Social" de Ruseau y "El Arte Militar" de Montecuculi, se entreguen a la Universidad de Caracas.

*Es mi voluntad: que de mis bienes se le den a mi fiel mayordomo José Palacios la cantidad de ocho mil pesos, en remuneración a sus constantes servicios.

*Ordeno: que los papeles que se hallan en poder del Sr. Pavageau, se quemen.
Es mi voluntad: que después de mi fallecimiento, mis restos sean depositados en la ciudad de Caracas, mi país natal.

*Mando a mis Albaceas que la espada que me regaló el Gran Mariscal de Ayacucho, se devuelva a su viuda para que la conserve, como una prueba del amor que siempre he profesado al espresado Gran Mariscal.

*Mando a mis Albaceas se den las gracias al Sr. Gral. Roberto Wilson por el buen comportamiento de su hijo el Coronel Belford Wilson, que tan fielmente me ha acompañado hasta los últimos momentos de mi vida.

*Para cumplir y pagar este mi textamento y lo en el contenido, nombro por mis Albaceas textamentarios, fidei comisarios, tenedores de bienes a los Sres. Gral. Pedro Briceño Méndes, Juan de Francisco Martín, Dr. José Vargas, y el Gral. Laurencio Silva, para que de mancomún et insolidum entre en ellos, los beneficien y vendan en almoneda o fuera de ella, aunque sea pasado el año fatal de Albaceasgo pues yo les prorrogo el demás tiempo que necesiten, con libre franca, y general administración.

*Y cumplido y pagado este mi textamento y lo en el contenido instituyo y nombro por mis únicos y universales herederos en el remanente de todos mis bienes, deudas, derechos y acciones, futuras sucesiones en el que haya sucedido y suceder pudiere, a mis hermanas María Antonia y Juana Bolívar y a los hijos de mi finado hermano Juan Vicente Bolívar, a saber, Juan, Felicia y Fernando Bolívar, con prevención de que mis bienes deberán dividirse en tres partes, las dos para mis dichas hermanas, y la otra parte para los referidos hijos de mi indicado hermano Juan Vicente, para que lo hayan, y disfruten con la bendición de Dios.

Y revoco, anulo, y doy por de ningún valor ni efecto otros testamentos, codicilos, poderes y memorias que antes de este haya otorgado por escrito, de palabra o en otra forma para que no prueben ni hagan fe en juicio, ni fuera de el, salvo el que presente que ahora otorgo como mi ultima y deliberada voluntad, o en aquella vía y forma que mas halla lugar en derecho. En cuyo testimonio así lo otorgo en esta hacienda San Pedro Alejandrino de la comprensión de la ciudad de Santa Marta a diez de diciembre de 1830.
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LA MUERTE DEL LIBERTADOR BOLIVAR:


Muerte de Simón Bolívar:
La muerte, misericordiosa, le sorprende en San Pedro Alejandrino, una hacienda cercana a Santa Marta, el 17 de diciembre de 1830. Su última proclama, firmada el día 10, después de haber recibido los auxilios espirituales de un sacerdote, es un elocuente testimonio de su grandeza, de su desprendimiento y de la rectitud de su espíritu. Es, también, y sobre todo, un legado donde señala rumbos hacia el futuro."
Los pueblos que liberó su espada conservan la esperanza de que sus hombres revivan el espíritu de Simón Bolívar y culminen su obra.
Los malentendidos entre Colombia y el Perú conducen a una guerra, concluida felizmente, después de la batalla de Tarqui, con la afirmación de Sucre de que la justicia de su causa era la misma antes que después de la victoria. Se convoca a un nuevo congreso, que se reúne en Boyacá en la apoteósica entrada en Caracas enero de 1830 y que la elegante precisión del verbo bolivariano denomina infructuosamente "Admirable"). Lo preside Sucre, quien realiza los mayores esfuerzos por lograr la reunificación con Venezuela. Todo resulta inútil. El destino ha marcado su signo.
El proceso es fatal. Sucre es asesinado el 4 de junio en la montaña de Berruecos, cuando regresaba a su hogar rumiando amargas preocupaciones. Por otra parte, el Congreso de Venezuela, temeroso de que la presencia del Libertador volviera a disipar los proyectos separatistas, pone como condición a todo diálogo su exclusión del territorio nacional: es el más duro de los ultrajes y el más triste de los hechos históricos de nuestra República.
El congreso colombiano, a su vez, le acepta la renuncia; designa un nuevo presidente que no asume por lo pronto el poder; el general Rafael Urdaneta, se hace cargo del gobierno el 5 de septiembre, instando al Libertador a volver. Este, que se halla en ruta a la costa atlántica con el propósito de pasar a Europa, encuentra en el deterioro de su quebrantada salud el desenlace de su ciclo vital.
Le da hospitalidad en la quinta de San Pedro Alejandrino, cerca de Santa Marta, un hidalgo español, Joaquín de Mier; y lo atiende en su última enfermedad un médico francés, Alejandro Próspero Reverend, que ganó con su afecto por el noble paciente la gloria de la inmortalidad. Historiadores médicos discuten hoy acerca del tratamiento que indicó Reverend: lo cierto es que ya la inmensidad de la figura y de la obra de Bolívar no cabían en el escenario de su vida.
Sabía que iba a morir, se preparó dejando un mensaje inolvidable en el que sus últimos deseos los expresaba y el sacrificio de su existencia lo ofrecía, para recomendar el mantenimiento de la unión grancolombiana. El obispo José María Esteves, de Santa Marta, y el cura de Mamatoco, Hermenegildo Barranco, le dieron los últimos auxilios religiosos. Falleció el 17 de diciembre de 1830. Tenía solamente 47 años: pero ya resonaba la frase del elocuente Choquehuanca, quien desde el Perú había pronosticado: "con el tiempo crecerá vuestra gloria como crece la sombra cuando el sol declina".
Sus restos, inhumados solemnemente en la catedral de Santa Marta, fueron trasladados a la catedral de Caracas en 1842, en apoteosis presidida por el general Páez y narrada en párrafos neoclásicos por Fermín Toro. De la catedral pasaron, en el gobierno de Guzmán Blanco, al Panteón Nacional, un templo donde predomina la afirmación de su grandeza. En medio de su increíble actividad, la soledad de su espíritu se resentía de la falta de un verdadero amor.
El recuerdo de la esposa muerta lo acompañaba siempre. Comprendía que, tal vez, si ella hubiera vivido, su destino heroico no se habría cumplido (se le atribuye la expresión de que no habría pasado de ser "alcalde de San Mateo"); pero el vacío que ella había dejado en su existencia no pudo llenarlo con las aventuras galantes, con encuentros furtivos, ni siquiera con manifestaciones de afecto, entremezclado con veneración, por más que provinieran de mujeres hermosas, inteligentes o sensibles.
Solamente una quiteña, Manuela Sáenz, de espíritu atrevido, pasando por encima de las normas sociales y provocando inevitables reacciones, al entregarse a él con irrefrenable vehemencia, llegó muy cerca de su corazón. No fue una mera relación carnal la que existió entre ellos: aquélla a la que llamó "sublime loca") le dio aliento de vida, y vino a convertirse en "libertadora del Libertador" cuando salvó su vida en el atentado septembrino, distrayendo a los conjurados mientras el Libertador se ponía a salvo. Los años finales de Manuela después de la partida y muerte dei amado, fueron un triste epílogo de su participación en la tragedia bolivariana.
No logró el Libertador consolidar en los nuevos estados la vida institucional. En su último año llegó a exclamar, en mensaje al Congreso: <
Y está vigente la hipérbole del insigne uruguayo José Enrique Rodo: " (...) si el sentimiento colectivo de la América libre y una no ha perdido esencialmente su virtualidad, esos hombres, que verán como nosotros en la nevada cumbre del Sorata la más excelsa altura de los Andes, verán, como nosotros también, que en la extensión de sus recuerdos de gloria nada hay más grande que Bolívar".


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¿QUIEN FUE ANTONIO RICAURTE?


Antonio Ricaurte Lozano:
(Villa de Leyva, 10 de julio de 1786, muere en San Mateo (Aragua), 25 de marzo de 1814). Fue un oficial del ejército neogranadino que, con el grado de capitán, tuvo una destacada actuación en la guerra de la Independencia, en el territorio que ahora constituye las repúblicas de Colombia y Venezuela.

Su vida:
Ricaurte nació el 10 de julio de 1786 en la Villa de Leyva (o Villa de Leiva, en la actual Colombia) Era hijo de Esteban Ricaurte Mauris y de María Clemencia Lozano Manrique, quien a su vez, era hija de Jorge Lozano de Peralta, marqués de San Jorge, quien había colaborado con los comuneros en la insurrección de 1781; por lo tanto Ricaurte era sobrino del Presidente Jorge Tadeo Lozano. Estudió en el Colegio Mayor de San Bartolomé entre 1799 y 1804, y contrajo matrimonio con Juana Martínez Camacho, sobrina del prócer Joaquín Camacho, de Tunja, quien le ayudó a entrar en la burocracia colonial con el cargo de escribano de cámara y secretario del Tribunal de Cuentas del virreinato.
La guerra de Independencia:
Participó en los hechos revolucionarios del 20 de julio de 1810 en Bogotá, como criollo rebelde contra el régimen colonial; por su actuación decidida, sus compañeros lo llamaban El Chispero. Los jefes revolucionarios le encomendaron la vigilancia del virrey Antonio Amar y Borbón en el Tribunal de Cuentas. Cuando se organizaron las milicias patriotas, Ricaurte fue incorporado al batallón de infantería de Guardias Nacionales, con el grado de teniente.
En los años iniciales de la Primera República de la Nueva Granada, cuando se presentó la división partidista entre centralistas y federalistas, Ricaurte apoyó al precursor Antonio Nariño y a los partidarios del centralismo y participó así en la primera guerra civil granadina. Intervino en los combates del Alto de la Virgen en Ventaquemada en donde sus tropas fueron derrotadas el 2 de diciembre de 1812 y posteriormente en el de San Victorino en Santafé el 9 de enero de 1813 que culminó con el triunfo de los centralistas.
En 1813 se alistó en el ejército neogranadino que se organizó, a solicitud del entonces brigadier Simón Bolívar, para luchar por la libertad de Venezuela, en la expedición que ha sido denominada Campaña Admirable (1813), apenas compuesta inicialmente por 300 hombres, a los que fueron uniéndose muchos más a medida que avanzaban, hasta entrar triunfalmente en Caracas. En este primer Ejército Libertador de neogranadinos y venezolanos se destacó en los combates de La Grita (13 de abril), Carache (19 de junio), Niquitao (2 de julio), Taguanes (31 de julio) y otros.
A partir de febrero de 1814 se produjo una serie de encuentros entre patriotas y realistas en un área que comprende desde el lago de Valencia hasta San Mateo, es decir, en lo que se conoce como los valles de Aragua. En la casa alta de la hacienda San Mateo, propiedad de Simón Bolívar, se colocó el parque cuya custodia fue encomendada al capitán Antonio Ricaurte y a una pequeña tropa de 50 soldados. Durante el ataque realista, Francisco Tomás Morales se apoderó del Ingenio, y al mismo tiempo, una de sus columnas, bajando por la fila de Los Cucharos tomó la «casa alta». No fue capturado el parque por dicha columna porque lo impidió su custodio el capitán Antonio Ricaurte quien, al ver tropas realistas en condiciones de capturar aquel depósito, prendió fuego a la pólvora y lo hizo volar el 25 de marzo de 1814, con lo cual pereció él y aquellos que se hallaban dentro del recinto. Bolívar aprovechó el desorden momentáneo que se produjo entre los atacantes y lanzó un contraataque, con el cual reconquistó la «casa alta», hoy museo histórico Antonio Ricaurte.
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¿QUIEN FUE ANTONIO VILLAVICENCIO?

Antonio Villavicencio Verástegui:
(Quito, 1775-Santafé, 6 de junio de 1816). Fue un abogado, militar y político colombiano, quien ocupó la presidencia de Colombia del 17 de agosto de 1815 al 15 de noviembre de 1815. En su mandato se caracterizó por haber develado una conspiración realista en contra del gobierno.

Trayectoria:
Estudió en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario en Santafé de Bogotá. Posteriormente sus padres le enviaron a España y allí realizó estudios militares en la Real Armada, donde alcanzó a recibir los grados de oficial de marina en 1801. Estuvo en Cartagena de Indias como alférez de fragata y en 1804 regresó a España. Peleó en la Batalla de Trafalgar, el 25 de octubre de 1805 como segundo de Manuel Escaño, mayor general de la escuadra.
En el año 1810, el Consejo de Regencia de España en vista de las revoluciones en las colonias americanas resolvió enviar comisarios regios como representantes del gobierno español, su objetivo esencial era sostener la autoridad real en los dominios americanos. Para Quito fue nombrado Carlos Montúfar, para el Virreinato del Perú José de Cos Triberri y para el Nuevo Reino de Granada fue nombrado Antonio Villavicencio. Llegó a Venezuela el 17 de abril y dos días después presenció la revolución de 1810 en Caracas, se dirigió a Cartagena de Indias y asistió a los actos revolucionarios del 14 de junio, en los cuales el cabildo destituyó al gobernador por abuso de autoridad y en su reemplazo nombró a Blas de Soria.

Carrera política temprana:
Las autoridades del virreinato y el cabildo preparaban la venida del comisario regio Antonio Villavicencio a Santafé de Bogotá. El plan de los criollos revolucionarios el 19 de julio, tenía por objeto aprovechar la venida del comisario regio para hacer la revolución política y reemplazar al virrey Antonio Amar y Borbón por una Junta Suprema de Gobierno. Los hechos conocidos como El Florero de Llorente sucedieron tal como fueron planeados. El comisario regio Antonio Villavicencio se enteró de ello en medio de su viaje a la capital por el río Magdalena. Recibió el informe del vicepresidente de la Junta, José Miguel Pey, por intermedio del alcalde de Honda, Juan Merino. Cuando llegó a Santafé de Bogotá recibió la nota oficial de la Junta Suprema sobre el desconocimiento al Consejo de Regencia. La respuesta de Villavicencio fue de acatamiento a la Junta Suprema y declaró suspendidas sus funciones como comisario regio ya que decidió abrazar la causa patriota. En 1813 participó en llamada Campaña del Sur con el general Antonio Nariño y en 1814 fue nombrado asesor militar en el Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva Granada.

Presidente de las Provincias unidas de la Nueva Granada:
En 1815 fue gobernador de la Provincia de Tunja. Cuando el general Custodio García Rovira renunció a su cargo en el triunvirato, Villavicencio fue designado en su lugar y se integró al cuerpo colegiado de gobierno el 31 de julio, asumiendo la presidencia del mismo el 17 de agosto siguiente. El 15 de octubre fue reconocido por las tropas como general comandante del ejército de reserva, disponiendo días después la ubicación de destacamentos en Monserrate, Guadalupe, Laches, Puente de Santa Catalina, de Aranda, Río del Arzobispo y demás parajes de entrada y de salida de la ciudad, para no dejar salir a nadie, con pena del que sea aprehendido sin pasaporte será castigado con la pena de ordenanza. El 14 de noviembre expidió el escudo nacional. Al día siguiente dispuso que todo oficial fuera pagado por la provincia de su jurisdicción y no la del gobierno nacional, mientras el Congreso aprobaba el fin del gobierno tripartito y el restablecimiento de un único presidente y un vicepresidente. Al final de la tarde eligieron a Camilo Torres y a Manuel Rodríguez Torices en esos destinos. De igual manera, fue creado un Consejo de Estado compuesto por uno de gobierno y otro general, responsabilidad que pasaron a asumir los salentes mandatarios Pey y Villavicencio, respectivamente.


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miércoles, 25 de agosto de 2010


El sábado 7 de agosto de 1819 los Ejércitos español y criollo se enfrentaron en el campo de Boyacá. Cada uno tenía un objetivo diferente: El Ejército Realista tenía como misión tomarse Santa Fe de Bogotá y el Liberador deseaba impedir a toda costa esta maniobra.

El Ejército Liberador, conformado por 2.850 combatientes entre criollos, mulatos, mestizos, zambos, indígenas y negros estaba comandado por el general Simón Bolívar; la vanguardia, por Francisco de Paula Santander y la retaguardia, por el general José Antonio Anzoátegui.

Por su parte, el Ejército Realista – que pertenecía a la tercera división del Ejército Expedicionario de la Reconquista - estaba conformado por 2.670 soldados, de los cuales 2.300 eran de infantería, 350 de caballería y 20 de artillería. Su Comandante General era el coronel José María Barreiro; el Jefe del Estado Mayor, el Coronel Sebastián Díaz y lo comandaba el Coronel Francisco Jiménez.

Pero para Simón Bolívar no fue un impedimento su fuerte rival y aprovechó las oportunidades de su estadía en Tunja para vigilar los pasos del enemigo. Fue entonces cuando los patriotas treparon por matorrales y se presentaron de improvisto al Ejército de Barreiro en el puente de Boyacá.

A pesar de que la acción militar era intensa en los dos bandos, las Fuerzas Patriotas tenían unidad y facilidad en las comunicaciones, mientras que los Realistas estaban incomunicadas y separadas por el Teatino y la vanguardia patriota.

Al final, el coronel Barreiro no pudo lograr parar la rapidez con la que las tropas Patriotas los rodearon como "anillo de fuego". No tuvieron más remedio que rendirse ante el Ejército Patriota, con su comandante Santander, 'Héroe de Boyacá'.

La batalla terminó a las 4 de la tarde. Murieron más de 100 realistas, 13 soldados patriotas y 53 resultaron heridos. Barreiro, junto a los principales Jefes Realistas y 1.600 soldados, fueron hechos prisioneros.

Así termina la Campaña Libertadora de 1819 que se realizó durante 77 días, desde el 23 de mayo cuando el Libertador Simón Bolívar expuso el Plan en la aldea de los Setenta ante los Jefes del Ejército Patriota, siguiendo un trayecto militar desde los Llanos de Casanare, la cordillera de los Andes y las tierras de Tunja. El Plan culminó en el Puente de Boyacá.

La Batalla de Boyacá se convirtió en el inicio de la independencia del norte de Suramérica, y se considera de suma importancia pues llevó a los triunfos de las Batallas de Carabobo en Venezuela, Pichincha en Ecuador y Junín Ayacucho en el Perú y Bolivia.


EXTRAIDO DE: http://www.colombiaaprende.edu.co/html/home/1592/article-85977.html Y PUBLICADO POR JUAN DIEGO PACHON Y JUAN NICOLAS RODRIGUEZ

QUE JUGABAN HACE 200 AÑOS

HACE 200 AÑOS SE JUGABAN MEJORES JUEGOS QUE LOS DE HOY EN DÍA
Con motivo del Bicentenario de la Independencia de Colombia, el Ministerio de Educación Nacional con su Edusitio Historia Hoy, realizó durante el 2008 y 2009 una convocatoria en la que niños, niñas y jóvenes de básica, media y superior, formularon preguntas auténticas (en cualquiera de las lenguas del país) sobre cualquier tema, evento, personaje, acción, idea, etc. en las que indagaban sobre el período de la Independencia de Colombia. De estas preguntas se escogieron 200. Aquí te presentamos una de ellas que hace alusión al deporte que practicaban los adultos hace 200 años.
extraido de http://www.colombiaaprende.edu.co/html/home/1592/article-228971.html
de brayan najar y cristian hurtado

el bicentenario antiguamente

Por el lado del gobierno colombiano, este se ha encargado de desarrollar actividades y políticas en favor del desarrollo nacional en vista de la conmemoración, una de ellas es Visión Colombia 2019,[5] implementado por el presidente Álvaro Uribe Vélez. También se creó la "Alta Consejería Presidencial para el Bicentenario de la Independencia", organismo consultivo con el fin de desarrollar actividades culturales y educativas para ese evento.
Por el lado cultural, en conmemoración de los 100 años del grito de independencia en 1910 el Concejo de Bogotá selló una urna con documentos importantes, fotos de la época etc, la cual fue abierta el 20 de julio de 2010 para la celebración del bicentenario, además se hicieron exposiciones relacionadas con el bicentenario de la Expedición Botánica y el fallecimiento del científico español José Celestino Mutis, parte del Programa Nacional del Bicentenario de la República. Incluso, los canales de TV The History Channel y City TV Bogotá, desarrollaron con la Universidad Nacional de Colombia un documental para ese fin que se transmitirá el 20 de julio en hora estelar.
En el Centro Internacional de Negocios y exposiciones Corferias,[6] se organizarán exposiciones respecto al bicentenario conocido como Gran Fiesta Nacional: se expondrá acerca de la gastronomía colombiana, arte contemporáneo e indígena, exposición ganadera y las Fuerzas Armadas de Colombia.[7]
Desde HelpArgentina lanzamos la Campaña 200 con el objetivo de que en este 2010, año del Bicentenario, los argentinos reflexionen sobre la realidad social actual y sobre el futuro del país. Queremos concientizar a la comunidad argentina sobre la necesidad de involucrarse de forma activa, apoyando a organizaciones y proyectos de la sociedad civil argentina, buscando tener un impacto directo en alguno de los críticos asuntos sociales que azotan al país.
Esta campaña se propone multiplicar los fondos movilizados a través de nuestra Fundación al sector social argentino a lo largo del 2009. Queremos que seas parte de nuestro desafío de lograr movilizar U$S1.5 millones durante el 2010.
Con el apoyo de organizaciones de la diáspora, grupos de argentinos nucleados en empresas multinacionales y americanas, y grupos de alumni argentinos de universidades destacadas, HelpArgentina invita a todos aquellos interesados a sumarse a esta iniciativa. Se protagonista del cambio. Involucrate. Trabajemos juntos para modificar la realidad.

Doná a nuestras organizaciones y proyectos. Contamos con una Red de Organizaciones Miembro compuesta por más de 60 integrantes que, junto con HelpArgentina, han logrado movilizar más de 3.5 millones de dólares desde 2003.

HECHO POR DANIEL Y EXTRAIDO DE HTTP://WWW.WIKIPEDIA.COM
GRACIAS

como era el bicentenario

Por el lado del gobierno colombiano, este se ha encargado de desarrollar actividades y políticas en favor del desarrollo nacional en vista de la conmemoración, una de ellas es Visión Colombia 2019, implementado por el presidente Álvaro Uribe velez. También se creó la "Alta Consejería Presidencial para el Bicentenario de la Independencia", organismo consultivo con el fin de desarrollar actividades culturales y educativas para ese evento.
Por el lado cultural, en conmemoración de los 100 años del grito de independencia en 1910 el Concejo de Bogotá selló una urna con documentos importantes, fotos de la época etc, la cual fue abierta el 20 de julio de 2010 para la celebración del bicentenario, además se hicieron exposiciones relacionadas con el bicentenario de la Expedición Botánica y el fallecimiento del científico español José Celestino Mutis, parte del Programa Nacional del Bicentenario de la República. Incluso, los canales de TV The History Channel y City TV Bogotá, desarrollaron con la Universidad Nacional de Colombia un documental para ese fin que se transmitirá el 20 de julio en hora estelar.
En el Centro Internacional de Negocios y exposiciones Corferiasse organizarán exposiciones respecto al bicentenario conocido como Gran Fiesta Nacional: se expondrá acerca de la gastronomía colombiana, arte contemporáneo e indígena, exposición ganadera y las fuerzas Armadas de Colombia.

hecho por carlos niño y extraido de www.wikipedia.com

colombia juvenil


COLOMBIA JUVENIL
se celebra el bicentenario colombiano y los jovenes y niños en esta imagen es grafiti algo moderno sobre la historia.
es muy inportante conocer personajes e historia
EN ESTE BLOG LO ENCONTRARAS

EL FLORERO DE LLORENTE


Y ASÍ FUE TODO


En la mañana del 20 de julio, Joaquín Camacho se dirigió a la residencia del virrey Antonio José Amar y Borbón, para solicitar respuesta acerca de una solicitud de la instauración de una junta de gobierno en Santa Fe, mas, la negativa del propio virrey a su arrogancia, hizo que se procediera a formar la reyerta con la excusa del préstamo de un florero.

Pantaleón Santamaría, se dirigió de visita al negocio de José González Llorente para pedir prestado el mencionado objeto, con el fin de ser usado para la cena de visita para el comisario real Antonio Villavicencio, pero de una vez se dio la negativa del préstamo en la actitud altanera del propio Llorente. Los criollos en vista de esto, y tal como lo tenían planificado desde el día anterior, tomaron el florero y lo rompieron para provocar a Llorente y de esta manera caldear los ánimos del pueblo en contra de los españoles. Los criollos sabían que Llorente, al ser un comerciante, daría la negativa de prestar el florero, primero porque un comerciante únicamente vende sus artículos, y segundo porque él no prestaría ningún objeto a los criollos para atender a otro criollo (A. Villavicencio), de esta manera el Florero fue la excusa para crear la Reyerta.

Posteriormente, un grupo de criollos, entre los que se encontraba Francisco José de Caldas, realizaron una reverencia de sumisión al español, que fue recibido de forma acogida por Llorente.

Al instante, Antonio de Morales le increpó a Caldas por la forma que trataba Llorente a los criollos con improperios, lo que provocó la respuesta turbulenta del pueblo, atacando a Llorente. El alcalde de Santa Fe, José Miguel Pey, intentó calmar al pueblo sacando a Llorente, mientras José María Carbonell alentaba a los habitantes para que se unieran a la protesta.

Al final de la tarde las cosas se tranquilizaron, y se procedió a designar a los miembros de la Junta, a instancias de José Acevedo y Gómez (por lo que la historia lo llamaría después como El tribuno del Pueblo), pero la designación del virrey como presidente de la Junta, provocó la animadiversión del pueblo.

Por último, se intentó aplastar la manifestación popular a través del comandante español Juan de Sámano, por lo que el propio Acevedo y Goméz advirtió al pueblo de declarar reo de lesa majestad, a cualquiera que se opusiera a la Junta recién constituid
a. Posteriormente se realizó la convocatoria de un cabildo abierto, para luego arrestar a los oidores y al virrey, que se haría efectiva para el día 21 y para el 26 de julio se procedió a declarar libre a la Junta del Consejo de Regencia.


EXTRAIDO DE WIKIPEDIA
POR NATALIA BERNAL LÓPEZ 501

LA PATRIA BOBA Y MAS...

Artículo principal:
Campañas de independencia en Venezuela y nueva granada entre 1806 y 1814.
Campañas de independencia en Venezuela ynueva granada entre 1815 y 1817 (arriba) y entre 1818 y 1819 (abajo).

Al período comprendido entre 1810 y 1816 se le conoce como la patria boba, y se caracterizó por los intensos combates entre los independentista para definir la forma de gobierno que el nuevo Estado debería tener. La lucha constante entre federalistas y centralistas condujo a un período de inestabilidad prolongada. Un hecho similar tuvo lugar casi simultáneamente durante la lucha de independencia del virreinato del río de la palma. Cada provincia y también algunas ciudades crearon sus propias juntas, que se declararon independientes unas de otras. Aunque la Junta de Bogotá se denominó a sí misma "Junta Principal del Nuevo Reino de Granada", el territorio continuó dividido políticamente, porque después ciudades más pequeñas crearon su propia junta, que pretendía ser independiente de las juntas de las capitales de provincia, y esto llevó a los conflictos militares. En los meses siguientes hubo dos intentos fallidos de establecer un congreso provincial.

En 1811 laprovincai de bogotá, centralista, se había declarado Estado independiente, mientras las demás provincias se habían reunido en una federación llamada provincia de la nueva granada. Prontamente la forma de gobierno de la nueva granada se había vuelto una fuerte disputa y finalmente desembocó en guerra a finales de 1812, y nuevamente en

. La primera guerra terminó en empate, pero no impidió que Cundinamarca organizara una expedición contra Popayán y Pasto, ambas ciudades realistas. La expedición fracasó, y su presidente, Antonio nariño, fue capturado.

El gobierno de las provincias unidas aprovechó la ocasión, ahora que se alteró el de Cundinamarca, a enviar un ejército contra ellos liderados por Simón Bolívar que había huido de Venezuela por segunda vez, ya que la segunda republica de venera había sucumbido. En diciembre de 1814 Bolívar obligó a Cundinamarca a unirse a las Provincias Unidas. Sin embargo, a mediados de 1815 Pablo Morillo arribó a la Nueva Granada con una gran fuerza expedicionaria.

La reconquista española

Artículo principal:

La reconquista española de la Nueva Granada entre 1815 y1816 y el período posterior, es conocido como la Reconquista (en América) o como Restauración (en España). Poco después el rey Fernando había sido restaurado en el trono español en 1813, decidió enviar fuerzas militares para recuperar el imperio americano de España, ahora controlada por las fuerzas rebeldes.

La expedición enviada en 1815 fue la expedición militar más fuerte que hasta entonces había sido enviado a América, se componía de alrededor de 60 barcos y 10000 hombres. El coronel Pablo Morillo, un veterano de la lucha española contra Francia, fue elegido para dirigir la expedición, en la que fue la reconquista de las colonias del norte, terminando así los primeros cinco años de independencia de facto de Colombia.

Después de escuchar la noticia de la llegada de la fuerza expedicionaria, las diferencias internas se suavizaron un poco, pero siguieron siendo un obstáculo importante para los republicanos, incluso cuando el gobierno de las Provincias Unidas hizo un intento para resolverlas. En otra parte, las provincias ni siquiera podían darse mutuamente el apoyo que tanto necesitan. Con el tiempo, incluso muchos de los principales dirigentes, incluido Santander, se retiraron a las llanuras del este, cerca de la frontera con Venezuela, tratando de reorganizar las fuerzas política y militar para hacer frente al nuevo peligro.

La Campaña Libertadora

Artículo principal:
Campañas de independencia en Venezuela y Nueva Granada entre 1819 y 1820.
La gran Colombia en 1820 y las campañas de independencia llevadas a cabo entre 1821 y 1823.

A partir del año 1819 la situación se decantó definitivamente a favor de los patriotas, lo que permitió que Bolivar, desde Paris y Francisco de Paula Santander, desde Nueva Zelanda empezaran a coordinar acciones conjuntas desde sus áreas de influencia que fomentaran una unidad militar.

Para entonces existía en la Nueva granada un importante foco de resistencia revolucionaria contra las tropas de Mallarino en los llanos de Rio sucio, zona contigua a los llanos de Apure y Aauca donde algunos de los revolucionarios neogranadinos más comprometidos se retiraron para resistir la violencia de la Contrarrevolucion del comandante militar Saman como baluarte patriota al mando de Santander, a quien Bolívar ascendió al grado de Brigadier y lo nombró Comandante militar de la División de vanguardia.

Ambos habían elaborado un plan en el que Santander debía preparar la unificar a los guerrilleros del sur y dar informes a Bolívar sobre las tropas españolas para iniciar la invasión de la Provincia De casanare Nueva granada

Batalla de Boyacá.

Junto con los preparativos militares también se realizaban acciones políticas importantes del mandatorio . El21de enero de 1819 llegaron a Angostura dos buques británicos, el Perseverance y el Tartare con un cuerpo de voluntario que fue conocido como la Legión Británica para apoyar a Bolívar y el 15 de febrero 1819, el Libertador reunió el Congreso de angostu ra

, acontecimiento en el que pronunció una de sus mejores composiciones políticas, el Discurso de Angostura, en el que hacía un análisis crítico de la situación, exponía el rumbo a seguir para fundar la República y anunciaba el proyecto de la Constitución que fue promulgada en 1821.

El resultado de este Congreso fue el nacimiento oficial de la República de Colombia, conocida como la Gran Colombia, mediante la promulgación de la Ley Fundamental de Colombia y cuya extensión abarcó en ese momento los territorios de la Nueva Granada y Venezuela que se dividen políticamente en tres departamentos: Cundinamarca (Bogotá), Venezuela (Caracas) y Quito (Quito).

También el Congreso, proclamó a Bolívar Presidente de la República y a Francisco Antonio Zea como Vicepresidente de forma que «las Repúblicas de Venezuela y la Nueva Granada quedan desde este día reunidas en una sola bajo el título glorioso de República de Colombia».

Mientras tanto, Bolívar seguía preparando la invasión militar de Nueva Granada tratando de mantener los detalles de la campaña en secreto por lo que su duración, características, fecha de inicio y alcance eran datos desconocidos, lo cual contribuía a aumentar el factor sorpresa y la imprevisibilidad del ataque.

Morillo estaba al corriente de la llegada de la Legión Británica a Angostura bajo el mando de James Rooke e intuyó que el siguiente paso lógico de Bolívar sería unir fuerzas con José Antonio Páez, destacado líder rebelde de Los Llanos, por lo que tras analizar la situación decidió atacar el principal reducto rebelde neogranadino en Casanare con tropas al mando del coronel José María Barreiro que fueron hostigadas constantemente por las tropas del Gral Santander mediante tácticas de guerrilla que fueron desgastando a las fuerzas de la Tercera División española.

La llegada de la época de lluvias hizo los caminos intransitables y las operaciones militares difíciles por lo que los españoles decidieron replegarse ante la lógica de que el enemigo haría lo mismo.

Sin embargo, el desarrollo de los acontecimientos hacían presentir lo peor al General Morillo ya que su Ejército expedicionario, exhausto y sin recibir refuerzos desde hacía mucho tiempo, estaba combatiendo contra fuerzas militares eficaces de las que se desconocía su capacidad real.

Paso del ejército del Libertador por el Páramo de Pisba.

Es entonces cuando Bolívar realizó una de sus hazañas militares más destacadas, el Paso de los Andes, que realizó en una estación poco propicia y que se consideraba imposible con los medios de la época. El difícil avance de las tropas patriotas se produjo a través del Páramo de Pisba, hasta dar alcance a los realistas el 25 de julio de 1819 en la Batalla del Pantano de Vargas, en la cual la tropa realista finalmente huyó, situación que le permitió a los patriotas llegar a la ciudad de Tunja el día 4 de agosto.

Allí se reúne con las tropas patriotas que estaban bajo el mando de Santander en la población de Tame (actualmente ubicada en el departamento de Arauca), en donde comienza la campaña libertadora de la Nueva Granada, .

El ataque de Bolívar logró sorprender a los españoles que, ante el desastre, intentaron tomar medidas. Barreiro todavía pensaba que podía controlar la situación pero el estado de sus tropas le obligaba estar a la defensiva por lo que decidió replegarse hacia la ciudad de Bogotá donde las condiciones le serían mucho más favorables.

El enfrentamiento decisivo con los realistas se produjo en la Batalla de Boyacá el 7 de agosto de 1819, por medio de la cual se pretendía detener el avance de las tropas leales comandadas por Barreiro hacia la ciudad de Bogotá y que resultó en una gran victoria para Bolívar y el ejército revolucionario.

Cuando el virrey Sámano quien conocía como los demás realistas el decreto de guerra a muerte, se enteró de la derrota, huyó inmediatamente de Bogotá y de esta forma, el ejército libertador entró triunfante a la capital el día 10 de agosto.

La Batalla del Pantano de Vargas

Los patriotas habían logrado aumentar sus efectivos a 2600 hombres. El 25 de julio, Bolívar lleva a su tropa por el camino del Salitre de Paipa para atacar al enemigo por su espalda o forzarlo a abandonar sus defensas.

Pero al este del Pantano de Vargas se presentaron los realistas para cerrarle el paso.

El ejército patriota se sitúa al frente de la posición realista, pero con desventajas de terreno, lo que supieron aprovechar los españoles para atacar.

La derecha realista desaloja la izquierda patriota de la altura del este que tenía Santander, pero con un contraataque de los dispersos y de la Legión Británica recuperan el terreno.

Llegan refuerzos de Barreiro que atacan por la derecha desalojando a los patriotas. Pero Bolívar les arrebata la victoria, por medio de la carga de caballería famosa conducida por el Comandante Juan José Rondón, con los jinetes del Alto Llano de Caracas y los Guías de la Guardia al mando de Carvajal.

"Coronel Rondón, salve Ud. a la patria" le grita Bolívar en el Pantano de Vargas ante la inminencia de la derrota y Rondón cargó con su escuadrón de lanceros contra los españoles y los destrozó, logrando que la derrota que se avecinaba se transformara en victoria.

El ejército patriota se aloja en el campo y el 26 retrocede a sus posiciones de Corrales de Bonza y el realista se replegó a Paipa y a Molinos de Bonza

[ La Huida de Sámano

El virrey Sámano huye de la ciudad, y el virreinato deja de ser efectivo. Sin embargo, España ejercía su poder en varias ciudades del virreinato y sus zonas de influencia: Quito, Pasto, Popayán, Cartagena de Indias, Santa Marta, Caracas y en 1821 con la batalla de Bomboná, la cual, siendo un desastre táctico para ambos ejércitos, da una ventaja estratégica para las fuerzas republicanas que pronto logran el control total del actual territorio de Colombia logrando así la liberación de los actuales territorios Ecuador y Venezuela. Así, para todos efectos, en 1822 los realistas habían perdido el control de lo que alguna vez fue el Virreinato de la Nueva Granada.

Referencias

CREADO POR VIVI Y FAMILIA Y EXTRAIDO DE http://www.wikipedia.com/

FORMACION DEL EJERCITO NACIONAL

DURANTE LA INDEPENDENCIA


La Junta Suprema de Gobierno, instaurada entre la noche del 20 y el amanecer del 21 de julio de 1810, dispuso el día 23, la activación del Batallón de Voluntarios de la Guardia Nacional, de sus primeras Unidades y sucesivamente, la formación de las Armas Básicas: Infantería, Caballería, Artillería e Ingenieros, dando origen, organización y reglamentos al Ejército de la Nueva Granada, nucleo del Ejército que dio libertad a las naciones de la Gran Colombia, y fundamento en el presente, de nuestro Ejército Nacional de Colombia.(Pabellón de la Gran Colombia, Museo Nacional de Colombia) (11 de abril de 2009)
El 20 de Julio de 1810, en Santa Fe, el Segundo Comandante del Batallón Auxiliar, Teniente Coronel José María Moledo y el Capitán Antonio Baraya ordenaron la inactividad de sus unidades, manifestando públicamente que las armas bajo su cargo no se emplearían contra el pueblo. A solicitud de algunos criollos, el Virrey accedió a que el patriota José Ayala neutralizara el parque de artillería y lo pusiera a disposición del pueblo.El Teniente Coronel Don Juan Sámano, Comandante del Batallón de Infantería Auxiliar que había permanecido acuartelado con todos sus hombres por orden del Virrey en las instalaciones que ocupaba, durante la noche del 20 de Julio al 21, a las 5 de la mañana juró lealtad a la Junta Suprema, con lo cual, todas las armas que existían en Santa Fe quedaron en manos del movimiento.El Teniente Coronel Camilo Riaño en su trabajo para la Historia Extensa de Colombia nos cuenta que “En la fecha histórica estaba imperando en la Nueva Granada todo un conjunto de normas legales. Dentro de este ordenamiento, el Ejército era de tipo colonial, obediente a la autoridad virreinal y dejó de serlo en su prístina acepción, en el mismo momento en que el Virrey Amar, dejó su condición de tal y en ese fugaz instante se marca para nuestra patria el momento histórico en que por última vez, un Ejército que representa el poder español como fuerza legal estuviera en nuestro ámbito nacional. Cronológicamente es incierto, si se va a precisar con la exactitud propia de un segundero, el momento en que el Ejército que representaba la autoridad del Rey de España en nuestra patria dejó de existir; pero filosófica y constitucionalmente si se tiene la certeza del legítimo nacimiento del Ejército Nacional, dado que éste ocurrió a la luz de los principios jurídicos y de la realidad misma, nunca divorciada de aquellos, en el momento en que sonó el redoblar del tambor patriota, pregonero del bando en que por consenso sus legítimos representantes, los miembros de la Junta Suprema, proclamaron la creación y existencia de las milicias nacionales, legítimo origen de nuestro actual ejército” (RIAÑO, Camilo. Historia Extensa de Colombia. Tomo I. Bogotá: Editorial Lerner, 1971, pág.49).El 23 de Julio, la Junta anuncia que se crearía un Batallón llamado Voluntarios de la Guardia Nacional; por recomendación del criollo Pedro Groot, se propone la creación de cuatro escuadrones de patriotas, situación que da lugar a que el 26 de Julio se fijaran carteles anunciando la creación de los cuatro escuadrones de Caballería y dos compañías de Artillería.El 27 de Julio, la Junta Suprema había aumentado sus vocales a 36, cuyo número dificultaba la creación del gobierno, decidiendo crear las siguientes secciones: Negocios Diplomáticos Interiores y Exteriores, Hacienda, Política, Comercio y Guerra. Esta última conformada por el Teniente Coronel José María Moledo, el Capitán Antonio Baraya, Francisco Morales y José Saenz de Santamaría, como secretario.La sección de Guerra ordenó la creación del Batallón de Voluntarios de la Guardia Nacional, anunciado por la Junta, el Regimiento de Caballería y el Regimiento de Milicias de Infantería de la capital, siendo éstas las primeras unidades militares del país. Se distribuyeron los primeros soldados voluntarios en 6 pelotones de 31 hombres, llamados “Patriotas de Defensa”, comandados por Don José Saenz de Santamaría, a quien la Junta le otorgó el grado de Teniente Coronel.José Manuel Pey fue ascendido a Coronel y nombrado Comandante del Batallón Auxiliar, en reemplazo del Coronel Juan Sámano quien había jurado lealtad a la Junta pero no ofrecía absoluta confianza para los patriotas.Los historiadores afirman no saber en que momento se creó un cuerpo o un simple destacamento que se llamó Voluntarios de la Guardia de Honor o Guardia de Corp, cuya mención se inicia el 23 de Julio, unidad que tenía como misión la seguridad de la casa de Gobierno.Don José María Caballero nos cuenta: “El 5 de agosto se comenzaron a formar los regimientos de milicias de Infantería y Caballería de la Junta Suprema. Toda la Caballería, y la que había sido la guardia de honor de los virreyes, se dejó ver en la carrera; la ceremonia fue de las más solemnes y lucidas. Esta guardia de Caballería se constituyó en Compañía al mando del Coronel Antonio Morales, se llamó Guardia de Corp, en la cual el inferior grado era Subteniente y su uniforme era: Chaqueta carmelita con vueltas y collarín de terciopelo verde galoneado de oro, calzón color caña, morrión con pluma verde y amarilla” (CABALLERO J.M., La Independencia en la Patria Boba, Biblioteca de Historia Nacional, Vol. I, Bogotá, 1902, pág.49). El 9 de septiembre de 1810 quedó organizado el Regimiento de Milicias de Caballería, al mando del Coronel Pantaleón Gutiérrez, unidad organizada en tres compañías, con un total de 400 jinetes.El Batallón de Voluntarios de la Guardia Nacional se constituyó el 1° de noviembre de 1810, organizado en una Plana Mayor y 400 unidades de tropa distribuidas en una Compañía de Granaderos y 4 de fusileros, al mando del Coronel Antonio Baraya.En cuanto a la Artillería, “El 13 de octubre bajó la Artillería hasta Jaime... y al otro día hubo ejercicios de fuego a mañana y tarde, con la música, donde se portaron famosamente los reclutas de la artillería”. (CABALLERO J.M., La Independencia. Op. Cit. Pág. 132). Las dos compañías de Artillería que la Junta había anunciado el 26 de Julio quedaron integradas al nuevo ejército. El Regimiento de Milicias de Infantería, organizado desde el 5 de agosto, se acuarteló el 1° de octubre en las instalaciones del Batallón Auxiliar, reuniendo 1.651 hombres, organizados en dos batallones. El primer Batallón al mando del Coronel Luis Caicedo con una Plana Mayor, ocho compañías de fusileros y una compañía de granaderos y el segundo Batallón al mando del Teniente Coronel Luis Eduardo Andaza.La Junta Suprema le dio carácter legal a la formación de estas fuerzas que debían respaldar su autoridad, siendo publicados en el Diario Político, el plan de organización (Diario político de Santa Fe de Bogotá, 1810. Periódico redactado por el Sabio Caldas y el Doctor Joaquín Camacho, con permiso de la Junta Suprema. Pliego de 4 páginas, apareció en agosto de 1810 y terminó con el número 46. Allí se publicaron los bandos, las circulares, las proclamas y los decretos de la Junta. Fue considerado como el boletín de la revolución. Tomado de Henao y Arrubla, Historia de Colombia, Tomo I-II, Ed. Plaza y Janés, Bogotá, 1984). Se dispuso a los ciudadanos de todas las clases sociales, entre los 15 y 40 años, el deber de alistarse en los cuerpos del Ejército a prestar su servicio militar, siendo éste el origen de nuestro servicio militar obligatorio.Probada su lealtad a la causa de la independencia, fue liberado el español Teniente Coronel Juan Ramón de Leyva, quien fuera el secretario del Virrey Amar, a quien se le asignó la elaboración de un plan para crear la Escuela Militar con la finalidad de formar oficiales republicanos. El 1° de marzo de 1811 fue reconocido como Teniente Coronel del Cuerpo de Ingenieros Cosmográficos a Don Eleuterio Cebollino, quien era el Sargento Mayor, (En la actualidad, grado correspondiente a Mayor), de la unidad de ingenieros existente, a la cual ingresó Francisco José de Caldas el 2 de mayo con el grado de Capitán, circunstancia que consolida la creación de las 4 armas básicas en que quedó organizado inicialmente el Ejército para afrontar la Guerra de Independencia.

HECHO POR: JUAN DIEGO CORNELIO y DONNY PASOS

EXTRAIDO DE :www.ejercito.mil.co

viernes, 20 de agosto de 2010

ANTONIO NARIÑO COMBATIENDO UNIDO


Antonio Nariño no fue militar de carrera pues sus primeros pasos en esa dirección terminaron recién iniciados cuando a la temprana edad de sus dieciseis años, mientras era abanderado de una unidad de milicia creada en 1781 en Santafé ante la eventualidad de una marcha de los comuneros sobre la capital virreinal, el primero de febrero de 1782 hubo de presenciar en la Plaza Mayor de la capital virreinal el suplicio y ejecución de varios rebeldes capitaneados por José Antonio Galán. Presumiblemente impresionado por el terrible espectáculo, el joven Nariño pidió la baja al mes siguiente.

Las calamitosas cuanto extraordinarias circunstancias de aquellos tiempos hicieron posible el que Nariño retornara a las filas del ejército al cabo de más de tres décadas pero esta vez con el más alto rango militar, cuando siendo presidente de Cundinamarca en septiembre de 1813 se ofreció para comandar en jefe las fuerzas unidas del Estado que gobernaba con aquellas de las Provincias Unidas de Nueva Granada, aportadas desde Tunja por su acérrimo rival político Camilo Torres, con el fin de marchar al sur para recuperar a Popayán y evitar que tropas realistas avanzaran hacia el interior de la república en un empeño de invasión ordenado desde la presidencia de Quito.

El éxito inicial de la campaña, que Nariño condujo victoriosamente hasta las puertas de la ciudad de Pasto, se vió sorpresivamente interrumpido en 11 de mayo de 1814 cuando de manera inexplicable la avanzada que el mismo general en jefe comandaba resultó superada por un tropel de paisanos que, sin instrucción militar alguna ni armas diferentes a palos y piedras, pusieron en apresurada y desordenada fuga a los presuntos invasores.

Nariño optó por quedarse solo luego de despachar de regreso a Popayán (capital provincial que había retomado para los patriotas desde el 2 de enero) en procura de refuerzos a los oficiales de su entorno inmediato, entre quienes se contaba su propio hijo homónimo Antonio Nariño y Ortega. Cansado de deambular por los montes circundantes por unos días, el día 14 de mayo un hambriento y fatigado Nariño se entrega a merced de su oponente realista de las jornadas precedentes, mariscal Melchor Aymerich. Enemigo noble, Aymerich recibió a Nariño por prisionero pero dispuso que se le diera tratamiento correspondiente a sus muy elevados empleo y rango; y, para abundar en deferencias, denegó la solicitud del prisionero sobre ser enviado a Quito en la certeza de que el presidente Toribio Montes no le guardaría las mismas consideraciones y le haría fusilar sin vacilación. Se limitó a autorizarle que se dirigiera a él por escrito mientras que por su parte al día siguiente Aymerich ofició al general patriota José Ramón de Leyva en Popayán para notificarle la prisión del presidente de Cundinamarca.

Meses más tarde, en 4 de julio, desde su prisión en Pasto el presidente Nariño envia al gobierno de Cundinamarca su propuesta para un armisticio con Quito. El presidente encargado Manuel de Bernardo Alvarez pasó la propuesta al congreso para su consideración y este respondió favorablemente a la iniciativa que, sin embargo, no encontró acogida entre los realistas.

El día 15 de julio de 1815, Nariño fue remitido desde Pasto con destino a Quito por orden del presidente Montes. Al parecer hubo algunos intentos inútiles de patriotas granadinos para liberarlo a la fuerza en el trayecto. Llegado a su destino, fue despachado a Lima para ser embarcado con destino a Cádiz, adonde llegó a principios de marzo de 1816 para ser recluido en la cárcel pública donde permaneció los siguientes cuatro años. Fue liberado en marzo 23 de 1820.

EXTRAIDO DE:http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Nari%C3%B1o
DE: BRAYAN NAJAR

NARIÑO CON LA POLITICA


Mimado por lo más selecto de la sociedad santafereña a la que pertenecía por nacimiento, insuperablemente ilustrado entre sus contemporáneos a través de constantes y variadas lecturas, y siempre en los mejores términos con las autoridades virreinales, Antonio Nariño se encaminó desde muy temprano a actividades políticas que supo combinar con exitosas especulaciones financieras y comerciales que lo llevaron a acumular una fortuna en el transcurso de pocos años.

Alcalde de segundo voto elegido por el cabildo de Santafé para el año de 1789 como segundo de su entrañable amigo el mayorazgo de la casa del marqués de San Jorge, José María Lozano de Peralta, a quien la misma corporación confirió la primera vara. Tesorero interino de diezmos del arzobispado, designado en julio del mismo año por el virrey Francisco Gil y Lemos en deliberada ignorancia del privilegio del cabildo eclesiástico para proveer tal cargo, fue confirmado acto seguido por el nuevo virrey José de Ezpeleta y Galdeano. Presumiblemente no habría en la Santafé de esos momentos otro personaje --aparte del virrey, el arzobispo y los oidores de la Real Audiencia-- comparable en rango, poder y distinción con Antonio Nariño. Acaso envanecido con esos logros y la preeminencia que ellos conferían, a fines de 1793 o comienzos de 1794 Nariño tuvo la audacia o la imprudencia de traducir y poner a circular el texto aprobado por la Asamblea Nacional de Francia a comienzos de la revolución (4 de agosto de 1789) consagratorio de derechos del hombre y del ciudadano que entraban en manifiesta contradicción con cuanto siglos de tradición habían consagrado como ley de la tierra en la totalidad de los reinos europeos. Esta acción de Nariño marcó el comienzo de su ruina personal y determinó que a través de altos y bajos su vida transcurriera de aquí en adelante mayormente en prisión.

Entre el momento de su captura en su casa de habitación en Santafé el 29 de agosto de 1794 y su liberación en Cartagena el 2 de junio de 1810, un lapso de casi dieciseis años, Nariño estuvo preso salvo el breve intervalo que pasó oculto en Europa y América entre el momento de su fuga en Cádiz (17 de marzo de 1796) y su entrega voluntaria en Santafé (19 de julio de 1797). A poco de este último hecho y ante las críticas que el encumbrado e ilustrado prisionero hacía al gobierno, el virrey Pedro Mendinueta le pidió que las formulara por escrito y propusiera soluciones, a lo que este se avino y en noviembre de 1797 sometió a consideración del representante del rey un informe que fue remitido por este a la corte en Madrid.

Tras su liberación en Cartagena, Nariño regresó a Santafé a tiempo para colaborar en la organización del primer congreso neogranadino del cual es designado secretario conjuntamente con Crisanto Valenzuela al inicio de sesiones en 22 de diciembre de 1810. Tras los sucesos del 20 de Julio el nuevo gobierno provisional había invitado a las provincias que integraban el antiguo virreinato de la Nueva Granada a enviar representantes a la capital con el fin de conformar un gobierno general que reemplazaría a la junta suprema de Santafé. Las provincias no vieron con buenos ojos el espíritu de preponderancia que desde un comienzo acusó la antigua capital virreinal --cuya junta, para general insatisfacción, se autodesignó «suprema». Desde un comienzo las opiniones se dividieron entre quienes desde Santafé proponían un modelo centralista de gobierno y los que desde las provincias, con la de Cartagena a la cabeza, propugnaban por uno federalista. El congreso se instaló con asistencia de representantes de las provincias de Santafé, Nóvita, Pamplona, El Socorro, Mariquita, y Neiva. Las demás provincias (Cartagena, Santa Marta, Medellín, Popayán, Pasto, entre ellas) se abstuvieron de concurrir para manifestar su aversión a las orientaciones de Santafé, a cuya junta acusaban de pretender imitar a la junta central de Sevilla para constituir un gobierno monstruoso y tan favorable a la capital como opuesto a los intereses de las provincias. La instalación corrió por cuenta del vicepresidente de la junta suprema de Santafé, el alcalde ordinario José Miguel Pey, quien tomó a los representantes juramento de defender la religión católica, sostener los derechos de Fernando VII contra el usurpador Napoleón Bonaparte y no reconocer autoridad distinta a las de las juntas provinciales y el congreso que se estaba instalando con expresa exclusión del Consejo de Regencia de España. Al cabo de un par de meses y sin haber decidido nada sustancial, distinto a decretar privilegios para sí mismo y disputar con la junta de Santafé, el congreso se disolvió sin pena ni gloria dejando burlados los anhelos del patriotismo. Los representantes por Pamplona y Mariquita se habían retirado antes de la clausura de sesiones.

En vista del fracaso en las tentativas para armar un gobierno general, Cundinamarca se propuso establecer el suyo particular. A partir del 27 de febrero de 1811 se reunió un Colegio Constituyente presidido por Jorge Tadeo Lozano, quien fue también designado primer presidente del nuevo Estado de Cundinamarca, con propósito de redactar una Constitución que en 30 de marzo logró aprobación a partir del proyecto del mismo Lozano y Luis Eduardo de Azuola con algunos apartes del propuesto por José María del Castillo y Rada, sobre dos bases fundamentales: profesión solemne de la fe católica y reconocimiento de Fernando VII por «rey de los cundinamarqueses» con sujeción a la misma Constitución. De espiritu federal pero sin abandonar la idea de un gobierno centralista para el antiguo virreinato, el código previó la eventual agregación de otras provincias que, en tal caso, se sujetarían a la misma carta fundamental. Antonio Nariño, centralista declarado, pasó a hacer oposición al nuevo gobierno desde su periódico «La Bagatela» cuyo primer número circuló, como quedó dicho, en 1811-07-14.

La oposición de Nariño terminó pronto por tumbar al gobierno de Lozano (19 de agosto) y aquel fue aclamado popularmente por presidente. Por casi dos años se mantuvo Nariño en la presidencia de Cundinamarca, siempre enfrentado al Congreso de las Provincias Unidas que bajo la presidencia de Camilo Torres se esforzaba en vano por lograr que se generalizara el sistema federal. Mientras tanto, tropas realistas dirigidas desde la presidencia de Quito invadieron el sur de la república y, tomada Popayán, amenazaban con avanzar hacia la capital. La emergencia hizo que Nariño y Torres concordaran en la necesidad de emprender una campaña militar conjunta que enfrentara y derrotara a los invasores. Nariño se ofreció a comandar los ejércitos combinados de Cundinamarca y las Provincias Unidas pero antes de partir pidió y obtuvo que Cundinamarca declarara su independencia absoluta respecto de España y de cualquier gobierno que no fuera el propio (16 de julio de 1813). Dejó las riendas del gobierno de Cundinamarca en manos de su tío Manuel de Bernardo Alvarez e investido del rango de teniente general salió de Santafé en 21 de septiembre de 1813.

Una marcha inicialmente victoriosa terminó inesperadamente en fracaso al verse Nariño precisado a entregarse al jefe militar de Pasto en 14 de mayo de 1814. Los siguientes seis años los pasó de nuevo en prisión. De Pasto pasó a Quito y de allí a Guayaquil, en donde se le embarcó para Cádiz y allá permaneció preso hasta el 23 de marzo de 1820.

Nariño regresó a América por el Caribe y Venezuela. En 20 de febrero de 1821 se reportó al Libertador Simón Bolívar desde Angostura y este lo recibió con afecto e invitó a que se le reuniera en los llanos del Apure. Allí lo puso al tanto de las dificultades para instalar el congreso constituyente convocado en la Villa del Rosario de Cúcuta por el fallecimiento (en 9 de marzo) del vicepresidente interino, el jurista venezolano Juan Germán Roscio, y la grave enfermedad de su reemplazo, el general neogranadino Luis Eduardo de Azuola (quien falleció en 13 de abril). En consecuencia, Bolívar pidió a Nariño que se dirigiera sin tardanza a esa villa para, con igual rango de vicepresidente interino, proceder inmediatamente después de su llegada a instalar el congreso. Así lo verificó este último el 6 de mayo.

Diversos problemas precipitaron la renuncia del vicepresidente Nariño apenas al cabo de dos meses (en julio 5) y este, bastante afectado en su salud, se encaminó hacia la capital adonde llegó en los primeros días del mes de enero de 1822. De vuelta en su tierra natal tras una ausencia de más de ocho años, envejecido y enfermo buscó refugio en su casa de Fucha en donde permaneció en reposado aislamiento hasta cuando en octubre el gobierno del vicepresidente Francisco de Paula Santander lo designó comandante general de armas de la provincia de Cundinamarca y presidente de la comisión de repartimiento de bienes nacionales. Por esos mismos días el congreso de Cúcuta lo había elegido senador para sus próximas sesiones en Santafé a partir del primer día de 1823 pero su curul fue sorpresivamente impugnada por dos jóvenes políticos que lo consideraron indigno de ocuparla. Al cabo de los debates suscitados por la singular situación se convino en mantener la elección de Nariño, pendiente de la defensa que haría el impugnado al inicio de las sesiones en la capital.

En 3 de diciembre de 1822, próxima la fecha establecida para instalar las sesiones del congreso el primer día de 1823, Nariño fue oficialmente notificado de su elección como senador en Cúcuta y de la impugnación de la misma por tres cargos que se le hacían, a saber: haber quedado deudor fallido de las sumas que resultaron a su cargo en 1794 mientras se desempeñaba como tesorero de diezmos del arzobispado en Santafé; haberse entregado voluntaria y cobardemente al enemigo a las puertas de Pasto en inexplicable corolario de la exitosa campaña militar que hasta ese mismo día había conducido desde Santafé; y, haber permanecido por su gusto ausente del país hasta pocos meses antes de su elección como senador en Cúcuta. Por delicadeza, Nariño procedió al día siguiente de esa notificación a renunciar su empleo de comandante de armas de Cundinamarca aduciendo que la circunstancia en que lo dejaba la comunicación recibida le impidía seguir desempeñando cualquier función pública. Su renuncia fue reiterada en 1 de enero de 1823, fecha en que el congreso ante el que había de defenderse hubiera debido instalarse, y todavía en 1 de febrero. Pero apenas le fue aceptada en 12 de febrero y en ese mismo día Nariño entregó el cargo al general José María Cordova para dedicar casi todo su tiempo y empeño a la preparación de su defensa.

En 5 de marzo y en respuesta a múltiples y reiterados ataques de que venía siendo objeto, agudizados tras la aparición del periódico gobiernista «El Patriota» el 26 de Enero, Nariño publicó la primera entrega de sus «Toros de Fucha» que causó estragos a la imagen del gobierno. Una aparente queja allí contenida sobre mordazas a la libre expresión llevó al vicepresidente Francisco de Paula Santander a pedirle explicaciones, de manera más bien conminatoria, según lo narró la segunda entrega del papel (abril 7).

Apenas el 8 de abril de 1823 se instaló finalmente el congreso. Había natural expectativa de favorecedores y contrincantes políticos sobre la defensa que correspondia hacer al precursor Antonio Nariño sobre su derecho a ocupar la curul por Cundinamarca para la que había sido elegido por el mayor número de votos al cierre del congreso constituyente en Villa del Rosario (9 de octubre de 1821), pero algunos debates previos fueron dando largas a la iniciación de la intervención del impugnado. Nariño, por su parte, optó por abstenerse de concurrir a sesiones hasta poder iniciar su defensa, lo que ocurrió en mayo 14 cuando el ilustre acusado compareció ante el pleno del congreso para defenderse públicamente de las acusaciones de que había sido objeto en Cúcuta al momento de su elección como senador. Emotiva y documentada exposición de argumentos incontestables dejó sin piso las tres temerarias acusaciones en su contra y el día 20 del mismo mes Nariño resultó absuelto incondicionalmente y su derecho a posesionarse como senador le fue reconocido sin objeciones. Desde ese día asistió puntualmente a las sesiones del congreso a tiempo que su salud desmejoraba a ojos vista, al punto de verse en la necesidad de solicitar licencia para trasladarse a un mejor clima tras la clausura de las sesiones ordinarias en 6 de agosto.

EXTRAIDO DE:http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Nari%C3%B1o

DE BRAYAN NAJAR