Bienvenidos al blog de los niños de la sección 501 del Colegio Mayor de San Bartolomé, donde hablaremos y contribuiremos a conocer más sobre el bicentenario de la nación en un trabajo donde cada uno de los estudiantes realizaran aportes significativos reconstruyendo la historia y los diferentes momentos vividos en los últimos doscientos años.
miércoles, 29 de septiembre de 2010
SENTIMIENTO DE PATRIA
Que la historia se repite, es una aserción verdadera. Repasando la colección
de la magnífica revista “Universidad”, dirigida en su segunda época por
el maestro Germán Arciniegas, en los años de 1927 a 1929, encontré una
conferencia que dictó en el Teatro Municipal de Tunja, el maestro de juventudes,
Juan C. Hernández. En ella se refirió a una circular que envió a los
maestros boyacenses el entonces director de instrucción pública, donde
estampó:
“Nuestra patria se halla minada en su misma existencia por el relajamiento
de los sistemas democráticos. El alma nacional está enferma del
desencanto que la ha invadido como consecuencia de la crisis de la honradez
civil. Colombia se precipita por la pendiente de futuras y peligrosas
reacciones que harán vacilar las bases mismas de la vida republicana. Los
partidos políticos no exhiben ya como consigna de combate la recia escarapela
de su ideología. La mayor parte de los ciudadanos ilustrados y probos
se han ido alejando con gesto de repulsión de las actividades cívicas, y
la mediocridad y la audacia cosechan sus más ruidosos éxitos al amparo de
la ignorancia popular”.
El doctor Juan C. Hernández comentó al respecto: “Tenemos que rectificar
el concepto de patriotismo. Y cuánta profundidad encierra esta frase sen
cilla en los momentos en que el ideal republicano se abate bajo el soplo de
una mediocridad desvergonzada y corrompida, en los momentos en que la
ley es letra muerta y reemplazada por la equívoca farsa del mangoneador
ambicioso, cuando la voluntad popular se escamotea y en su lugar se pone la
voluntad del inepto, sin que a la primera le queden fuerzas para aplastar a la
segunda, en cuyas manos degenera día por día, la solidez de los principios
que sostiene la libertad de nuestro suelo, la vida de las instituciones republicanas,
el derecho que otras generaciones conquistaron para que fuésemos
dueños de nuestro porvenir”.
“Lo necesario, creo yo, –anotó el pedagogo Juan C. Hernández–, no es
renovar un concepto, lo necesario es crear un sentimiento”.
“Es urgente rectificar el concepto de patriotismo, es urgente levantar la
muralla contra la cual debe estrellarse toda relajación, toda frialdad del
espíritu republicano, debilidades que se inician con el descuido de los deberes
de ciudadanía, y terminan fatalmente abriendo una amplia brecha en
la conciencia popular por donde con facilidad penetran los nuevos conquistadores,
los que ya tal vez han comprado en la feria de conciencias
sospechada, el derecho de dominio sobre los que queremos sostener puras
las flores de nuestra patria, puras las tradiciones heredadas, puro el idealismo
aprendido con dolores durante los siglos de conquista, pero que es hoy
algo propio, consciente, americano, digno de luchar contra ese jadeante
materialismo, cuya respiración envenenada ya sentimos olorosa a petróleo
y a infamia, ...”
“Patriotismo...Tierra de los padres, tierra de los mayores, tierra sagrada,
tierra protectora, tierra benévola, tierra gloriosa…”7
Estas citas escritas y pronunciadas hace setenta y seis años parece que
estuvieran hoy en el orden del día. El sentimiento patrio se ha extinguido. Es
necesario volver a sembrarlo y este milagro solo se puede realizar por medio
de la educación.
Y las únicas entidades que enseñan patriotismo en Colombia son las Academias
de Historia.
Bendita sea esta Academia Huilense de Historia que ha convocado estos
tres congresos regionales para poner a pensar a su gente en la patria. No
olvidemos que la patria empieza donde uno nace.
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